El martes 7, en la mesa de presentación del número 8 de la revista Tren de Sombras, que incluye un especial sobre los cortometrajes que realizó en vida Pablo Guevara, Emilio Bustamante comentaba la fascinación que el poeta despertaba en los críticos de cine con sus opiniones irreverentes a prueba de balas y su espíritu joven que gustaba en cuestionar la tradición y las miradas establecidas. Descubrir aquella noche parte de su breve y valioso legado fílmico, gracias a la iniciativa de la revista, nos dejó esa feliz impresión.
Después de muchos años, se han vuelto a exhibir en público Historias de Ichic Olljo, Waqon (El señor de la noche) y Cuniraya (Los dioses de agua y fuego), cortos rodados por el poeta y cineasta en 1984 y producidos por el extinto CETUP, que constituyen parte de una notable y, a la vez, marginal obra dentro de la intermitente historia del cine peruano. Estos cortos recrean mitos y leyendas prehispánicas con imaginación y contundencia visual, empleando movimientos de cámara y una banda sonora única que transportan al espectador a tiempos remotos.
Como bien lo señaló Bustamante en su ponencia, y en el extenso ensayo que publica en la revista, los escenarios naturales que aparecen en aquellos filmes no son una mera decoración, sino que hay un uso peculiar del paisaje peruano, así como del vestuario y de los actores no profesionales, conjunto de elementos expresivos que aluden al primitivismo de algunas cintas de Pasolini. Hay un intento por rescatar lo sagrado, que indaga en los orígenes del mundo andino con una mirada experimental. Bien harían los cineastas de provincias, y también los jóvenes, en aproximarse a las imágenes singulares y luminosas del cine de Pablo Guevara.
Previa a la proyección, el crítico Isaac León insistió en la necesidad de rescatar estos y otros títulos valiosos que se están perdiendo irremediablemente por el paso del tiempo, la desidia y el desinterés. Urge pues recuperar ya el patrimonio fílmico peruano y sus obras más representativas, incluyendo cientos de cortos que se rodaron durante la vigencia de la ley 19327.
Cinefilia e internet
El editor de Tren de Sombras, José Carlos Cabrejo, sostuvo que el enfoque monográfico de la revista busca otorgarle mayor espacio a los ensayos y textos sobre temas diversos, en lugar de las habituales secciones de crítica, las cuales abundan en internet. Refirió que este número ofrece un extenso dossier sobre la animación de autor, que incluye artistas cuyas obras solo han podido conocerse gracias al YouTube, como es el caso del ruso Yuri Norstein, considerado el Tarkovski del cine animado.
A su turno, Isaac León celebró la explosión de publicaciones online y blogs sobre cine en sus diversas manifestaciones, aunque aclaró que no hay comparación entre editar una revista impresa, que supone un esfuerzo mayor, que hacer lo mismo en un blog. Hace unos días, refirió, el tema de lo bizarro en el cine dio pie a un ardoroso debate de ideas en el espacio de los blogs peruanos, el cual nació precisamente de las páginas de una publicación impresa. En resumen, el intercambio entre ambos medios resulta estimulante y está incidiendo en los contenidos y enfoques del periodismo y la crítica cinematográficos.
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Fotos: Rolando Jurado
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