«Agujetas» de Ralp León Arias

Ralp León iba a estudiar derecho, pero su vocación por los audiovisuales que se fue gestando desde la época de colegio, cuando llegando a casa alquilaba tres o cuatro películas para verlas de una tras otra, terminó por imponerse. Al cabo de dos años, luego de tentar también con el periodismo, ya estaba especializándose en comunicación audiovisual en la Universidad de San Marcos. En el 2005 junto con dos amigos realiza de un reportaje que resultó ganador en el II FAE de San Marcos: Elogio de la raza, y también dirige su primer cortometraje Agujetas. Hoy, Ralp, es parte del equipo de NAPA – No Apto para Adultos, un programa para chicos de 12 a 14 años, producido por Red TV; y se encuentra realizando el proceso de investigación para su primer documental. Él comparte con nosotros su primer corto y su experiencia en esta realización. Con ustedes, Agujetas.

Sinopsis: Alex vive solo en un cuarto. Todos los días cumple la misma rutina durante la mañana cuando va a clases. Cuando se sienta a leer en unas gradas, observa paranoico a la gente, incluso a Beatriz, la única persona que capta toda su atención. Su afán por conocerla y sus agujetas desatadas harán cambiar su vida.

¿Cómo ha sido la experiencia al dirigir tu primer corto?
En realidad no es el primer corto que dirijo, tengo otro material en cintas que por ciertos motivos no pude editar. Digamos que Agujetas es el primer corto terminado que tengo. Siendo así, Agujetas resultó ser un ejercicio, en mi formación audiovisual, de manejo del lenguaje. Fue valiosísimo para mí, sobre todo porque conté con el apoyo de compañeros de universidad con talento, con quienes ya había tenido el placer de trabajar antes, y de quienes también he aprendido mucho. Por otro lado, el trabajo con Aldo Sánchez y Thaís Cavero, dos jóvenes actores, fue enriquecedor para la historia. Construyeron tan bien sus personajes que la historia creció gracias a sus interpretaciones. Me encantó trabajar con ambos al igual que con Carla Reyes.

El corto sigue la rutina de un solo personaje, el uso de tiempo es casi documental
Quizá sea por la obsesión documentalista que siento tener. Quizá la obsesión por representar la realidad en este trabajo. Tengo una idea acerca de la rutina y el tiempo. Creo que una de las enfermedades del ser humano es la rutina. El estado inmutable de una vida, el vivir sin innovaciones creo que trastornan a ciertas personas. Al menos, a mí me enloquecería. Y quizá en ocasiones las rutinas desembocan en soledades, dentro de las cuales, el que las vive no hace más que lo que mecánicamente está acostumbrado a hacer y un mínimo cambio es sinónimo de caos. Te imaginas qué desesperante debe ser hacer lo mismo todos los días, salir a trabajar, a estudiar siempre en la misma carpeta con los mismo profesores mediocres, saber qué hacer día a día… y más aún para una persona que literalmente vive sola, alejada de su familia. Un sujeto solo, en medio de la masa. Y bueno eso se refleja en el tiempo que se toma el personaje en seguir sus acciones rutinarias, en el control obsesivo por cumplir la rutina en el tiempo de siempre, y cuando se rompe ese tiempo viene el caos. Ese tiempo me pareció importante demostrarlo de forma casi literal en el corto. Ojo, no quiero decir que fuera en tiempo real, pero sí de forma verosímil. Ahora, Alex no es tan mecanizado, ve a una mujer y quizá inconscientemente busca escapar tratando de conocerla, ahí viene el conflicto.

Hay una cuestión obsesiva en Alex, tu personaje, que se traduce en los planos, sobretodo en el de atar las agujetas.
Claro. Alex está loco. Las agujetas es en realidad una de las formas con las que intente dar a entender visualmente que el hombre este es obsesivo. La fuerza y dedicación desesperada por el atar de sus zapatos creí que podían ayudarme a dar esa sensación. Pero la idea inicial nació de una amiga de la universidad a quien vi con sus pasadores desatados, y me desesperó verla caminar así. He visto mucha gente, sacarse la mugre por sus pasadores desatados. Me di cuenta que también yo me ato a veces desesperadamente las agujetas. Sobre todo cuando estoy apurado y me da cólera cuando se me desatan.

Otra cosa interesante, es que es un corto casi mudo, basado en el ambiente, pero donde la música se aprovecha muy bien. ¿Cómo te decidiste por la música de Mozart y las variaciones de sus danzas?

Ahí si no hay misterios. Me encanta Mozart, y en Radio Filarmonía a las 7:00 am escucho un programa llamado «Buenos días, Amadeus». Alex tiene algo de mí y la música lo explica. Además por una cuestión de ritmo en la edición. Con Diego Sarmiento coincidimos que el tiempo podría coger el ritmo necesario con cada una de las danzas, en las tres partes que las utilizo.

¿Lo has presentado a concurso? ¿Tienes planes?
No. Quizá lo presente en el Tercer Festival Audiovisual Estudiantil o en el próximo FENACO. Pero en realidad me interesa presentarlo solo para que sea visto y difundido. No me parece un corto de gran riqueza audiovisual, mas sí un buen ejercicio que es necesario ser visto y criticado.

En Cortocircuito, hemos visto varios cortos con el tema de la obsesión, la locura y el mundo interior del personaje. ¿Crees que es un tema de esta generación, o hay otro motivo?
Como dice El Chavo del Ocho: las dos cosas. Creo que muchos chicos de mi generación, al menos en donde me formé, hemos pasado ciertos cuadros de depresión que sería tonto no intentar mostrarlos en las producciones que hacemos. Independientemente de la calidad de estos trabajos creo que por diversos motivos estas producciones nacen de estos pequeños cuadros de depresión que vivimos. Quizá exagere, pero muchos de nosotros crecimos en hogares de padres que perdieron sus empleos con la dictadura fujimorista, u otros en otras circunstancias, pero los noventas -al menos para mí-, fue una década de decepción por su entorno no solo familiar, sino social en el país.

Algunos de mis compañeros compartían la experiencia de no tener apoyo en sus hogares por la carrera que empezaban a seguir. Entonces quizá se sentían solos. No creo equivocarme al creer que algo de esto hay en los cortos que mencionas. Por otro lado, es la inexperiencia de muchos, en los cuales me incluyo. Es la falta de recursos para tocar temas ya manidos, pero de forma innovadora. No digo que no se toquen estos temas, y en Cortocircuito he visto cortos muy buenos con personajes o temas similares. Pero he notado que lo primero que se viene a la mente del estudiante de cine o audiovisual para hacer su primera producción, es sobre un pata loco, que mata, o se obsesiona con una mujer, ¡qué sé yo! Y muchos nos creemos pequeños prospectos de Bergman, Godard o Lynch. Pero bueno, eso se supera con experiencia, práctica, hartas lecturas (no solo de teoría cinematográfica) y sobre todo mucho visionado de películas y por qué no, de mucha buena música. Sí pues creo que es falta de mundo intelectual para tocar estos temas de forma innovadora y creativa.

Gracias
No, a ustedes.

Agujetas (2005)
Dir: Ralp León Arias | 17 min. | Perú | MiniDV

Intérpretes:
Aldo Sánchez (Alex)
Thaís Cavero (Beatriz)
Carla Reyes (Enfermera)

Guión: Ralp León Arias
Dirección de fotografía: Telmo Arévalo
Cámara: Telmo Arévalo – Hidalgo Calatayud Espinoza – Ralp León Arias
Script: Cecilia Quintana
Luces: César Aguirre – Eder Sasieta
Asistencia general: Carlos Salazar
Producción general: Carmen Gallegos – Ralp León Arias
Edición: Ralp León Arias – Diego Sarmiento
Sonorización: Diego Sarmiento

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