Carlos Benvenuto es un adicto confeso a la televisión, ha visto de todo, comenzando por los dibujos animados hasta los programas concursos, series y documentales; ese punto de encuentro entre él y el medio audiovisual fue lo que lo impulsó -después de haber intentado estudiar carreras como Derecho, Administración, Mecánica y Gastronomía- a darse cuenta que el único lugar donde se sentía cómodo era el mundo audiovisual, así que decidió estudiar comunicación en el Instituto Toulouse Lautrec, de donde salió con 3 cortos bajo el brazo: Chikyuugi (15′), This is KK (12′) y Castillo fuerte (29′).
Si bien Chikyuugi, es el primer trabajo del realizador, a Carlos le gusta probarse en cada proyecto para saber cuál es su límite, aprender de los errores y tomar ventaja de las situaciones favorables. El también guionista, admirador de Jim Jarmush y David Lynch, conversó con Cinencuentro acerca de su ópera prima.
¿Qué significado tiene el título del corto?
«Chikyuugi» es el nombre original de la canción que se escucha al final del cortometraje. Esta canción a su vez es la que musicaliza el opening de Caballeros del Zodiaco en la saga «Hades santuario».
Una de las primeras cosas que llama la atención en Chikyuugi es ese idioma extraño -al parecer japonés-, que remite al anime que además la canción final reafirma. ¿Trabajaste con algún anime en mente para elaborar la propuesta?
No se trabajó con ningún anime en particular. Cabe remarcar que la animación japonesa en general forma parte de la vida de todos los integrantes de Monitosmarinos desde hace ya bastante tiempo, por lo que no se puede negar la clara influencia de esta corriente, ya sea directa o indirectamente.
Tanto los captores como el secuestrado terminan hablando en este idioma diferente. ¿Buscas reflejar algún tipo de locura, inconformidad de la juventud?
El idioma «japonés» por llamarlo de alguna manera se utiliza para hacer referencia a la dificultad que tiene los jóvenes para hacerse entender. Ya sea en el ámbito social, cultural, psicológico o económico los jóvenes viven en una constante lucha por hacerse escuchar, siendo los principales antagonistas de este conflicto, el estado y las personas mayores. Se eligió el idioma como herramienta metafórica, por que este es el referente inmediato al conflicto comunicacional (no siendo el único).
Otro punto interesante, es que la violencia siempre queda en off, no se muestra, se imagina. ¿Por qué?
Personalmente soy una persona bastante pacífica cuyas ideas violentas quedan tan solo en eso, en ideas. Esos pensamientos «oscuros» en la vida diaria no son realizables por dos motivos, el primero es el respeto por los demás y el segundo es el miedo, siendo el primero el factor más importante.
Pensamos que al ocultar las escenas de violencia de alguna manera obligamos al espectador a imaginarlas y por esto mismo a involucrarse más con el cortometraje. Cada persona que ve el corto completa estas escenas faltantes con sus más crueles pensamientos identificándose mucho más con los protagonistas.
Conviven dos estilos en tu corto, uno a manera de confesiones de los miembros de la banda, y el otro cuando participan en el secuestro. ¿Por qué esta decisión?
Si bien se trata de un cortometraje de ficción, la idea de las confesiones le daba un cierto tipo de aire documental, motivo por el cual se estructuró de esa manera. Las confesiones reflejan esta idea de arrepentimiento, de excusa o perdón que resulta de la acción de cometer un crimen. En estas partes se habla español por que es el momento en el que los protagonistas se encuentran en un estado más vulnerable y dejan de lado esta rebeldía generacional lo que los hace más asequibles y entendibles.
En los créditos de Chikyuugi vemos que fueron dos directores, ¿cómo fue el trabajo de realización en ese sentido?
El trabajo de realización se nos hizo bastante cómodo. Muchas veces uno piensa que al ser dos los directores, el rodaje estaría lleno de «discusiones» en donde cada director quiere primar sus ideas. Este no fue el caso del rodaje de Chikyuugi, por el contrario creo que al tener dos directores, cada uno tenia a su lado a un asistente de director.
El corto te valió un premio en el 1er FAE, ¿esto te ha motivado a realizar nuevos trabajos?
Sin duda, ese premio fue bastante importante para nosotros, no por el hecho del reconocimiento, sino que al ser nuestro primer trabajo de alguna manera despertó en nosotros estas ganas de seguir demostrándonos que la carrera que escogimos era la adecuada y era en la que deseábamos invertir el resto de nuestras vidas.
Chikyuugi | 15 minutos | Ficción
Premios: Ganador en las categorías de Mejor Ficción y Mejor Producción del Primer Festival Estudiantil organizado por la Universidad Mayor de San Marcos.
Ganador en la categoría de Mejor Cortometraje 2005-1 en el festival «Imagen» del Instituto Toulouse Lautrec.
Sinopsis: Tres jóvenes a los que se les es imposible encajar en esta sociedad para ellos injusta, deciden secuestrar a una persona y liberar toda su ira sobre ella.
Entrevista: Antolín Prieto, Rodrigo Portales, Johan Tábori
Fotos: Mary Panta
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