En cierto modo, ese film (El padrino) me aniquiló. Me obligó a seguir la dirección opuesta a la que me proponía. Yo quería escribir y dirigir pequeños films originales. (…) Al aceptar El Padrino les di la espalda a los ideales que había establecido al principio de mi carrera. En cambio, me concentré en grandes producciones con presupuestos faraónicos. Me conocían por eso; quise hacerle honor a mi reputación. Tomé el camino equivocado.
Ahora que vuelve a la cancha con Youth Withouth Youth, el viejo patriarca norteamericano saca al aire sus demonios y dice sus verdades en entrevista con La Nación de Argentina. ¡Qué vivan los caminos errados! si nos dejan cosas como
El padrino o Apocalipsis ahora.
(Foto: fikirbaz @ Flickr)
Deja una respuesta