Dir. Shane Meadows | 101 min. | Inglaterra
Intérpretes: Thomas Turgoose (Shaun), Stephen Graham (Combo), Jo Hartley (Cynth), Andrew Shim (Milky), Vicky McClure (Lol), Joseph Gilgun (Woody), Rosamund Hanson (Smell), Andrew Ellis (Gadget), Perry Benson (Meggy), George Newton (Banjo), Frank Harper (Lenny)
Estreno en España: 4 de Enero de 2008
Hay títulos que son ya la película, expresando claramente el contenido del filme en sus pocas palabras, este es el caso de This is England de Medows. Una película divertidamente incorrecta y triste, con algún que otro toque dramático, el que sugiere la dura vida de calle, a ras de acera, en los condados situados al norte de Inglaterra, retratados a partir de la vida de Shaun y su banda callejera. Shane Medows ha utilizado sus propias experiencias para construir otra de esas películas ganadora de Festivales, huelga decir que ha obtenido varios premios importantes, entre ellos el de mejor película británica de 2007. ¡Una jodida buena cinta!
Los Midlands despojados
¡Mola, mola la ostia! Mi archivo de tacos asoma espontáneo, empleando el mismo lenguaje de la recopilación de recuerdos y estampas sobre el ambiente juvenil callejero de 1983, (cerca pero lejos, nada menos que a 24 años de distancia) que tienen mucho que ver con la vida del cineasta inglés Shane Medows, en su haber con un puñado de películas bastante desconocidas para el espectador no inglés.
Hay títulos que son ya la película, expresando claramente el contenido del filme en sus pocas palabras, este es el caso de This is England de Medows. Una película divertidamente incorrecta y triste, con algún que otro toque dramático, el que sugiere la dura vida de calle, a ras de acera, en los condados situados al norte de Inglaterra, con sus grises y enladrilladas arquitecturas, sus ajardinados verdes, sus diferencias de clases y sus uniformes tribales y culturales: Mods, nuevos románticos, skinheads, mezclas maniquís que se juntan en grupos con chip identificativo tipo, manera como otra cualquiera de huir de la soledad, lacra más aguda en los países anglosajones que en las sociedades latinas.
Esta chispeante cinta, de la que sobresale una banda sonora más que notable, compuesta por Ludovico Einaudi, Steven P. Morrissey, Toots Hibbert y otros, es una visión personal al mismo tiempo que lo es de una época política turbulenta, la de los cambios económicos impuestos a la Inglaterra profunda por una profunda conservadora, Margaret Thatcher, emergiendo con corona victoriosa tras la sucia guerra de las Malvinas, punto clave en esta historia de transformaciones.
This is England es un acertado y realista retrato de una época. Lo que demuestra que lo contado, por vitriolo que pueda resultar a veces, forma parte de las vivencias personales del director. Para el espectador es, así mismo, un espejo de sus años ochenta, cuando las chicas íbamos vestidas de Madonnas y los hombres niños de Mods o rockabillies, y donde a pesar de las marcas de agua de cada tribu, cundía aún el respeto por los otros sin llegar a las manos. Amistad, fiestas caseras, camisas Ben Sherman con tirantes, botas Doc Martin, la basca apiñada en un viejo cacharro de cuatro ruedas holgazaneando de barrio en barrio, en el caso dado, entre condados: Nottingham y Lincon.
Pero la historia se quedaría embarrancada en estas viñetas simpáticas si el director y guionista no introdujera al judas de turno, que da cuenta de como el racismo no es sino un exabrupto de enfermos desequilibrados.
Shaun es un chaval de 12 años muy afectado por la muerte de su padre en la guerra de las Malvinas que se está llevando a cabo. Motivo de burlas en el colegio, encuentra apoyo en una banda callejera de chicos más mayores, liderada por Woody. Éstos le adoptan sin pegas haciendo que Shaun se sienta como pez en el agua entre sus nuevos amigos, con lo que inicia su transformación física, parte bien jocosa y colorida de la película. Sus divertimentos de grupo pandillero transcurren entre juegos más que teatrales con un lenguaje reducido a la jerga de tacos. Viene a romper esta tribu-calma el peligroso y sicótico Combo, un viejo amigo de Woody que acaba de salir de la cárcel, y a la vez que separa a la banda hará cruzar el límite a Shaun.
No hay duda que muchos artistas tienden a dejar constancia de los años que marcaron esas extrañas etapas adolescentes y preadolescentes tan importantes para dibujar nuestro futuro de adulto. Shane Medows ha utilizado sus propias experiencias para construir otra de esas películas ganadora de Festivales, huelga decir que ha obtenido varios premios importantes, entre ellos el de mejor película británica de 2007.
Aunque algunos espectadores tiendan a comparar la cinta con la otrora americana American History X, tiene mucho más en común con The Full Monty que con aquella, porque al fin y al cabo This is England es un bocado mucho más real con sus miedos de cagón, que la supertensión de héroe, matón o no, tan maniquea y bipolar que tanto tienden a reflejar las producciones norteamericanas.
Este último trabajo de Medows es un bocado de fish & chips, donde la taza de té a rebosar forma parte de la foto fija, incluso entre skinheads. Es también una mirada a ese desastre social que dejó la dama de hierro, y es un guiño a todos aquellos espectadores, de la misma quinta del director, sobre esos años que vivimos entre la música de los Who, los Smiths, New Order, Depeche Mode, U2, el rockabilly y el cubito de marras de Rubik.
El toque de edición granulosa en ciertos tramos dan a la historia un estilo ochentero de autenticidad provisto de una estética sin abrillantar. El casting de actores es un total acierto, destacando Andrew Shim como Milky, Stephten Graham como Combo, si bien hay que reconocer que el peso de la película descansa sobre ese sobresaliente descubrimiento que es el debutante Thomas Turggose, a cuya madre, fallecida en 2005, dedica el director la cinta.
¡Una jodida buena cinta!, para acabar como empecé.
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