Cuando Steven Spielberg hizo Salvando al Soldado Ryan arrancó elogios de público y crítica por su fidedigna secuencia de la toma de la playa de Omaha durante el Día D en la Segunda Guerra Mundial. La escena le costó 11 millones de dolares y usó más de mil extras. ¿Por qué viene esto a colación? Porque tres diseñadores gráficos decidieron hacer su propia versión, ellos solos, en únicamente 4 días, con una cámara digital y bastante inventiva. Ahora salvándonos la perorata de la reducción de la brecha entre lo profesional y lo amateur, vean los (increíbles) resultados en este video:
El dato nos lo pasó Axel, que lo vió en Microsiervos.
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