La capital alemana ha comenzado la semana con el estruendo de la participación brasileña en el festival. Tropa de élite de José Padilha es la cinta brasileña que retrata el mundo de la violencia policial en la lucha contra el narcotráfico en las favelas, que con ritmo trepidante, edición de confeti y música fuerte ha dejado conmocionado al público por sus violentas imágenes, que parecieran justificar el accionar de la policía carioca. El director lo ha puesto así: «Sólo en Río, en un año, hubo más muertos por violencia policial que en la última Intifada», recalcó. Otra cifra: por año se producen en todo EE.UU. 200 muertos por violencia policial, mientras que en Río el número sube a 1200. Polémica aparte, Tropa de élite ha sido catalogado como un filme magistralmente filmado, con pulso de documental. Con favelas, narcos, muchas balas, ojalá no sea otra Ciudad de Dios.
«Un poquito violenta nomás», el director de Tropa de élite, José Padilha,
conversa con los periodistas.
En el otro lado del espectro, es decir en la contemplación y la calma, se ha visto la primera cinta local en competencia: Blossoms-Hanami dirigida por Doris Dörrie. La cinta, filmada en Japón y Alemania, y con una fuerte influencia del cine de Ozu, cuenta la historia de un matrimonio mayor olvidado por sus hijos. La película ha arrancado lágrimas, y hasta aplausos, del respetable. Las actuaciones de la dupla Hannelore Elsner y Elmar Wepper podrían estar en la nómina de premios.
Johnnie To y su elenco contentos de estar en Berlín
La tercera cinta del día venía de Oriente y era esperada por la fanaticada de su director: Johnnie To. Sparrow, la cinta en mención, es un filme de carteristas que le rinden culto a un extraño personaje. No ha decepcionado, pero tampoco levantado grandes comentarios. El martes se espera el estreno de lo nuevo de Mike Leigh, Happy-Go-Lucky, el documental Standard Operating Procedure de Errol Morris.
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