Acabó la huelga de los cien días jamás escrita

Luego de cien días de tenaz paralización, que provocaron millonarias pérdidas a la industria fílmica y televisiva norteamericana, retrasos de muchos proyectos y la debacle de la ceremonia del Globo de Oro, los guionistas de las pantallas grande y chica de ese país decidieron por abrumadora mayoría levantar la huelga y volver a sus labores hoy miércoles 13, luego de llegar a un acuerdo con las empresas productoras.

Durante un par de días en Los Ángeles y New York, el 92,5% de los afiliados al Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (Writers Guild of America – WGA) aprobó la posición de respaldo de sus líderes al acuerdo contractual con los estudios. Más adelante, los profesionales del libreto, sin los cuales la maquinaria de las imágenes en movimiento no puede andar -y ha sido demostrado de qué forma-, votarán sobre la propuesta de contrato por tres años que han recibido, la cual, principalmente, duplica sus emolumentos por filmes y programas de TV revendidos en Internet.

En diálogo con la prensa en un teatro de Beverly Hills, el presidente del WGA Oeste, Patric Verrone, guionista (y también coproductor) de series como Futurama, Los Simpsons y El crítico, declaró que «la huelga ha terminado», y agregó que «nuestros miembros han votado, y los guionistas pueden volver a trabajar». De esta manera, queda completamente despejado el camino para la celebración del Oscar en su octogésimo aniversario, la que en algún momento estuvo en riesgo de deslucirse como la de su pariente próximo, el Globo de Oro.

Sin embargo, se avizora otra contienda: el contrato laboral del Sindicato de Actores de Pantalla (Screen Actors Guild – SAG), que congrega a unos 120 mil intérpretes de cine y TV, vence en junio, y sus referentes han prometido una férrea negociación. No fue casual, pues, que en su última premiación, que pudimos ver en el cable, diversas estrellas, como la veterana Julie Christie, hicieran mención a la importancia de las organizaciones sindicales en la industria del cine. Era no sólo un apoyo muy claro a los guionistas, sino un anticipo del tira y afloja que podría ocurrir en los próximos meses.

Sindicatos, líderes, derechos, huelga, votación. Para nuestro medio, parece un blockbuster de ciencia ficción.