Academia de Cine de España difundirá filmes argentinos por convenio con el INCAA


INCAA EspañaEn el marco de la proyección internacional del cine gaucho, y consolidando una relación fluida de larga data, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA) firmó, el 5 de febrero pasado, un acuerdo de colaboración con la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, que permitirá exhibir películas del país austral en la sede de la entidad hispana.

El convenio suscrito por los presidentes de ambas organizaciones, Jorge Álvarez y Ángeles González–Sinde, respectivamente, contempla la proyección gratuita, una vez al mes, de filmes argentinos que no hayan sido estrenados comercialmente en España o que tengan una especial importancia en el contexto del cine rioplatense.

González–Sinde, cineasta ganadora del Goya por el guión de La buena estrella de Ricardo Franco, y la dirección de La suerte dormida, valoró el acuerdo como «de máximo interés», ya que la frecuencia de cooperación entre las cinematografías de Argentina y España «va en aumento y el cine español quiere reforzar esa colaboración e intercambio constante de profesionales y proyectos», ya que se trata de «abrir vías de comunicación y tender puentes con el cine iberoamericano».

Según cifras oficiales del INCAA, la industria fílmica acaba de lograr el récord histórico de ochenta largos anuales, registro que en realidad excluye aproximadamente una serie de producciones periféricas, realizadas por fuera, incluso, del llamado nuevo cine argentino. El crítico Diego Batlle contabiliza noventa y dos estrenos, cifra que convive con taquillas muy bajas. Algo parecido sucede entre nosotros, con el usual conteo incompleto de los filmes peruanos, que el 2007 algunos limitaron a tres, es decir más o menos la tercera o cuarta parte de lo real, sin considerar que fuera de Lima se hacen películas.

El problema de siempre: la distribución

«Hemos logrado una importante producción», dijo a fines del año pasado el titular del INCAA, Jorge Álvarez, lo que es innegable. Sin embargo, expresó su preocupación por la falta de regularidad de la permanencia en la cartelera comercial, dominada, cómo no, por el cine norteamericano. «Cinco películas argentinas un mismo día (de estreno) no le hace bien a nadie, ni al productor ni a los exhibidores y mucho menos al público», comentó el funcionario, que también, en declaraciones de ayer, martes 12, habla de la federalización de la producción –es decir, que se filme en diferentes zonas del territorio argentino–, y la necesidad de dominar el aspecto específico del lanzamiento de cada película.

Quiere decir que una cinematografía que se acerca al centenar de largos por año, tiene similar dificultad en la distribución, obviamente en diferente proporción, que la nuestra, que lucha por alcanzar la decena como promedio anual. ¡Cinco estrenos el mismo día! Seguramente, esa aglomeración contraproducente se debe en buena parte a la omnipresencia del mainstream hollywoodense que casi no deja fechas a los demás. Aquí cuando se lanzan dos filmes peruanos en fechas próximas, el público suele disolverse para cada uno como el plástico en el fuego.

Otro detalle interesante es que la coordinación con la Academia española estará a cargo de la Embajada de Argentina en Madrid, que asume así, oficialmente, la difusión en el extranjero de un vehículo de identidad y promoción nacional. Ojalá que por estos lares, más pronto que tarde, se fortalezcan las instituciones cinematográficas y triangulen de esa forma con el Estado, en beneficio de la cinematografía y el país.

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