Hugo Castro Fau es uno de los productores argentinos más activos y atentos al panorama de la región en todos sus aspectos. Uno de ellos es la legislación, que identifica como elemento que dinamiza o desalienta la actividad fílmica de cada país y también como un reflejo de la mentalidad que va conduciendo los destinos de una cinematografía. En ese sentido, Castro Fau ha enviado por correo electrónico a la lista Cinemaperú y a mucha gente, incluidos nosotros, un texto que cuestiona, en el marco de las coproducciones internacionales en el cine iberoamericano, que apuntala el programa Ibermedia, la cerrazón de la ley peruana al apoyo de proyectos donde la productora peruana sea un socio minoritario. El productor lo considera desigual e injusto, pues hay películas con mayor cuota peruana sí pueden recibir ayudas en el extranjero, y señala que esa situación debería cambiar.
A continuación, el texto de Hugo Castro Fau.
EL PORQUE DE LAS COPRODUCCIONES
El apoyo y fomento público a la produccion cinematográfica y audiovisual se base en el concepto de excepción cultural y diversidad cultural.
Se basa en el deber inalienable del estado de regular el mercado económico cuando este es claramente oligopolico.
Es este carácter oligopolico del mercado, controlado por formas verticales de produccion-distribución-exhibición a nivel mundial comandadas por la MPAA-USA lo que hace que los productores iberoamericanos no tengamos, ni igualdad de condiciones, ni de oportunidades, para acceder al mercado internacional o nacional de explotación y comercialización cinematográfica.
Por esta razón, los estados nacionales deben regular. Regular a efectos de proceder a democratizar ese acceso a mercados nacionales e internacionales en condiciones de igualdad de competencia y concurrencia.
Quiero ser claro. No es solo una batalla en defensa de la diversidad cultural. También es una batalla comercial y económica.
No es que no sepamos producir o dirigir o que no tengamos contenidos. EL MERCADO ES OLIGOPOLICO.
La regulación estatal se verifica mediante políticas activas de FOMENTO a la produccion (subsidios, créditos y premios) y políticas activas de regulación (cuotas de pantallas y medias de permanencia).
La produccion independiente de cine iberoamericana ha empezado a comprender la absoluta necesidad de articular los diferentes fondos públicos de fomento de nuestra región para alcanzar el 100% de financiación del presupuesto de un largometraje, puesto que el mercado oligopolico de distribución y exhibición nos impide financiarnos contra explotación comercial pura.
Podría decirse que en el Peru, sin el CONACINE es imposible y que solo con el CONACINE no alcanza.
De ahí la necesidad de articular coproducciones con coproductores iberoamericanos ya sean argentinos «fomentados» por el INCAA o venezolanos «fomentados» por el CNAC, o españoles «fomentados» por el ICAA, sumando también otra gran herramienta como el programa ibermedia.
Sin embargo, las coproducciones deben ser necesariamente un camino de ida y vuelta. De «RECIPROCIDAD».
Del mismo modo que productores de Argentina, Venezuela y España participan como coproductores minoritarios de películas mayoritarias Peruanas, Brasileñas, Colombianas o Bolivianas; estas cinematografías deberían también participar como minoritarias en producciones Argentinas, Venezolanas, etc.
Y en este punto, la querida y hermana Republica del Peru, tiene el mismo problema que Brasil, Bolivia o Mexico, entre otros.
La legislación interna contradice flagrantemente al ACUERDO IBEROAMERICANO DE COPRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA.
El acuerdo regula el concepto de coproducción estableciendo mínimos y máximos de aportes. Entre ellos:
«Las aportaciones de los coproductores minoritarios miembros deben incluir en forma obligatoria una participación técnica y artística efectiva. La aportación de cada país coproductor en personal creador, en técnicos y en actores, debe ser proporcional a su inversión. Excepcionalmente podrán admitirse derogaciones acordadas por las autoridades competentes de cada país miembro. La aportación de cada país incluirá por lo menos, un elemento considerado como creativo, un actor o actriz en papel principal, un actor o actriz en papel secundario y un técnico cualificado. El actor o actriz en papel principal podrá ser substituido por dos técnicos cualificados. Se entiende por personal creativo a las personas que tengan la cualidad de autor (autores, guionistas o adaptadores, directores, compositores) así como el montador jefe, el director de fotografía, el director artístico y el jefe de sonido.La aportación de cada uno de estos elementos creativos será considera individualmente»…
Por ende para que una película sea reconocida como nacional en el Peru, no es necesario que el director sea Peruano.
La falta de reciprocidad en el corto plazo hará tambalear todo el sistema.
Y esta falta de reciprocidad se manifiesta de dos maneras:
- Falta de adecuación de la normativa interna a la normativa del acuerdo iberoamericano (Ley interna que contradice normativa internacional), Peru y Brasil por ejemplo.
- Correlación normativa (la ley interna no contradice el acuerdo), pero no existe voluntad política de los Institutos de cine, de los jurados o de la comunidad cinematográfica local de reconocer el carácter de película nacional a la coproducción minoritaria y tener por ende igualdad de derecho al «fomento» en relación con las coproducciones mayoritarias (México, Colombia, Chile, etc.).
Por lo tanto, resulta imprescindible abrir esta discusión y proceder a su solución respetando el ACUERDO IBEROAMERICANO DE COPRODUCCION CINEMATOGRAFICA..
Foto: Luis Ramos
Deja una respuesta