El cineasta ganador del Oscar por El paciente inglés, Anthony Minghella, dejó de existir a la edad de 54 años por causas que aún se desconocen. La noticia acaba de ser confirmada por su agente Judy Daish y ya han empezado reacciones diversas como la del productor David Puttnam, quien dijo sentirse «consternado por la pérdida de tan querido colega».
Inesperado final a una carrera de bastante éxito, que Minghella inició en la radio y el teatro para luego pasar a la televisión como guionista y director, donde ganó notoriedad gracias a la serie El narrador de cuentos. Su debut en el cine lo realizaría en 1991 con Truly, Madly, Deeply, un interesante y entrañable filme romántico que replicaba con sensibilidad los disparates de Ghost. Luego seguiría una carrera totalmente anónima en el cine independiente norteamericano con Mr. Wonderful, vehículo de lucimiento para Matt Dillon.
Pero no sería hasta 1996 cuando su carrera despegaría mundialmente con el exitoso estreno de El paciente inglés, adaptación de una complicada novela de Michael Ondaatje protagonizada por Ralph Fiennes, Kristin Scott Thomas y Juliette Binoche, quien se llevaría uno de los nueve Oscars que obtuvo la cinta. Con todo hay que decir que se trataba de un producto sumamente sobrevalorado pero que confirmaba el gusto de Minghella por la épica tradicional que trabajaría mucho mejor en su siguiente entrega. The Talented Mr. Ripley es probablemente su mejor película, en esta adaptación de la novela de Patricia Highsmith, se lució como un auténtico director de actores, de un preciso manejo de los medios y las tensiones en un relato de suspenso veraniego, pero tan siniestro como cualquier intriga bajo la luz de la luna.
Alcanzado su propósito, el director se atrevió a ir más allá con Cold Mountain una ambiciosa epopeya protagonizada por Nicole Kidman y Jude Law, que lamentablemente estuvo lejos de alcanzar a sus modelos clásicos. Una película inflada y redundante que no hizo sino remarcar sus limitaciones. Lo último que vimos de él fue Breaking and Entering, un extraño melodrama sobre su Londres actual que, a pesar de su modestia, no convencía del todo.
Es de lamentar la partida de este artesano de buenas intenciones, que estuvo trabajando en su nuevo proyecto hasta el último momento.
(Vía BBC News)
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