La cantante y actriz cubano-venezolana María Conchita Alonso, una de las detractoras del gobierno de Hugo Chávez, manifestó en una entrevista que está avanzando su proyecto de docuficción sobre el fallido golpe de Estado del 11 de abril de 2002, que pretendió derrocar al mandatario pero sólo pudo alejarlo del poder unas horas. De un día para otro, el sector político-militar leal a Chávez redujo completamente a quienes intentaron deponerlo y devolvió a éste a la presidencia aún con más beligerancia y arbitrariedad.
Alonso, una de las primeras figuras latinoamericanas que en los años 80 incursionaron en el Hollywood contemporáneo, con películas como Moscú en New York de Paul Mazursky y Colors de Dennis Hopper, indicó que participará como una de las productoras y protagonistas del filme, el cual presentará personajes ficticios, pero mostrarán la realidad del país.
Y es que ese episodio es aún una herida abierta en la historia de Venezuela, no sólo porque Chávez sigue gobernando y cada vez con menos conciencia de los límites en todo sentido, sino porque los activistas de la oposición que apoyaron el golpe y el breve régimen interino siguen purgando cárcel, ya que el chavismo los considera criminales y no aptos para la amnistía dada en enero de este año.
La artista, que refirió haber visitado República Dominicana y el estado norteamericano de Florida en busca de locaciones, expresó que tiene conciencia del probable efecto de su activismo, pero al mismo tiempo respeta a sus colegas que deciden no intervenir en asuntos políticos. «Creo que es el deber de todos, de que si sabemos que algo que están exponiendo no es verdad, de acusar la verdad. Si no, somos cómplices de esa mentira», agregó.
(Vía Terra)
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