No vi todas, así que no podré hacer una predicción precisa, pero sí les puedo dar mis impresiones de las películas que llegué a ver. En total he visto 28 películas, entre ellas sólo 10 están en Competencia Internacional y de Cine del Futuro, ninguna en Competencia Argentina. Hoy a las 8 p.m. se anunciarán los ganadores en la ceremonia de clausura y premiación.
Selección Oficial Internacional
Esta categoría está conformada por dieciocho largometrajes en 35 mm y HD, deben ser óperas primas o las segundas películas de los realizadores. Yo llegué a ver sólo siete hasta ahora, me quedé con ganas de ver Flower in the Pocket, Ballast, Mange ceci est mon corps, Cochochi e Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo. Los largometrajes competirán por los premios a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Actor y el Premio Especial del Jurado. Acá, en orden de preferencia, las que llegué a ver.
El cielo, la tierra y la lluvia. Dir. José Luis Torres Leiva (Chile)
Esta es mi apuesta por el premio a Mejor Película o Premio Especial del Jurado, pero de seguro no se va con las manos vacías, es la película mejor trabajada que vi en competencia. José Luis demuestra una madurez cinematográfica en cada encuadre repleto de información. La relación entre el hábitat y el habitante se hace indiscernible, de ahí el nombre de la película. El cielo y la tierra se encuentran tan cerca pero tan lejos, son dos entes que se pueden ver pero no fusionar. Ante esta imposibilidad y para combatir la soledad nace la expresión, las emociones, el arte. Sin ellas no existirían verdaderas relaciones humanas, ellas son la lluvia que crea el cielo para poder acariciar a la tierra. Esta película ganó el Premio FIPRESCI en el Festival de Rotterdam y también recibió el apoyo de innumerables fondos internacionales como el Fonds Sud de Francia y el mismo Hubert Bals de Holanda (vale la pena mencionar que la hermosa fotografía de la película estuvo a cargo del peruano radicado en Chile, Inti Briones).
Help Me Eros. Dir. Lee Kang-Sheng (Taiwán)
No sé qué más pueda decir de esta película después de los posts anteriores. Sólo que lo más probable es que Lee gane el premio a Mejor Actor, no porque sea un mal director, sino porque puede influir en la decisión el hecho de ser uno de los pocos actores presentes en el BAFICI con película en competencia y además ser uno de los mejores actores asiáticos del momento.
Night Train. Dir. Diao Yinan (China)
Película densa con algunos puntos símiles a El cielo, la tierra y la lluvia. En medio de la China industrial, una solitaria policía de corte, insegura y desesperada cuando está vestida de ciudadana, es encargada de la ejecución de una prostituta que mató a su chulo. Este acto desencadenará varios eventos en un filme que incursiona tanto en la soledad como en la venganza, una película tan política como intimista. A mi gusto, tiene considerables posibilidades de ganar el Premio FIPRESCI y a Mejor Actriz para Dan Liu.
Profit Motive and the Whispering Wind. Dir. John Gianvito (Estados Unidos)
Este documental es necesario para que cualquier «anti-yankee» reformule sus preconcepciones, puede leer el porqué en este anterior post. Tiene posibilidades de ganar el Premio Especial del Jurado como Gianvito ya lo hizo en el 2001 con The Mad Songs of Fernanda Hussein.
Andalucía. Dir. Alain Gomis (Francia)
La primera película que vi en el festival, tal vez le subí muchos los humos en el primer post porque tenía pocas expectativas antes de verla por ser un filme francés (no me llevo muy bien con su cine contemporáneo). De todos modos, fue una película agradable de ver pero no creo que se lleve algún premio, aunque Samir Guesmi hizo una gran labor como protagonista y podría ser considerado para Mejor Actor.
Los paranoicos. Dir. Gabriel Medina (Argentina)
La película más tradicional que vi en el festival. Por momentos ganó mi simpatía al poner un juguete de un gorila volando en cámara lenta por los aires o al poner a Daniel Hendler con un disfraz de monstruo (des)animando un cumpleaños. Una comedia no feliz que se hace larga para lo que quiere decir, pero que vale la pena ver un domingo con la novia, los amigos o la familia. Definitivamente no ganará ningún premio por parte del jurado y probablemente sí gane el Voto del Público. Pueden ver el tráiler si les interesa saber más.
Wonderful Town. Dir. Aditya Assarat (Tailandia)
Esta es la única película de la que me arrepiento haberme salido antes que terminara. En los 60 minutos que duré dentro de la sala todo fue una historia romántica sosa y sin mucho que decir que vendía en la sinopsis el tema «post tsunami». Aquel día no tenía mucha paciencia y decidí irme ante esta obra que no me llamó la atención luego de ver gran parte de ella. Más tarde leí que tiene un giro tonal importante alrededor del final de la historia. De todas maneras siento que el director debió de haber dado algún indicio de esta bipolaridad en el resto del metraje para que no suceda lo que pasó conmigo. La película ganó el Tigre de Rotterdam este año.
Cine del futuro
Sección inaugurada el año pasado cuando el crítico peruano Claudio Cordero fue miembro del jurado y eligió como ganadora a El tiempo que se queda, de José Luis Torres Leiva. Esta decisión fue criticada por el director del festival, por elegir a una película muy conservadora. Sin embargo, José Luis Torres Leiva es el único de esa primera promoción de la selección de Cine del Futuro que volvió este año al BAFICI y, además, tiene posibilidades de ganar en Competencia Internacional. Según el festival, la selección fue creada para destacar «la creciente diversidad de miradas jóvenes emergentes, el uso creativo de nuevos formatos y tecnologías y las miradas más desprejuiciadas y libres». Un jurado de críticos menores de 30 años elegirá la mejor película entre las diecinueve participantes, de las cuales sólo vi tres.
Tirador. Dir. Brillante Mendoza (Filipinas)
El filipino Brillante Mendoza nos transporta a las calles de Manila con tal realismo que nos hace dudar si fue una ficción lo que vimos. Brillante no busca estetizar la vida criminal, es la contraparte perfecta para una película tan criticada por su banalidad como Ciudad de Dios. Tirador es un ejemplo de cómo hacer este tipo de cine y cómo retratar a la pobreza marginal. La película es cruda, la cámara es reportera como la de los Dardenne, pero sin centrarse en un solo personaje, salta de persona a persona siguiendo a la acción y la reacción. Tampoco respeta la longitud real de los planos secuencia, el único momento en que se nota la mano ajena en el material documentado es en la edición con repetidos jump cuts con el objetivo de sintetizar el contenido y darle un ritmo vertiginoso. Mientras que otras películas se centran en explotar la violencia cool, Brillante Mendoza busca retratar las supuestas salvaciones de estos barrios marginales: el fanatismo cristiano y el populismo político más desvergonzado. ¿Les suena parecido? Por momentos llegamos a confundir las calles de Manila con cualquier capital latinoamericana, ¿tendrá algo que ver que Filipinas también fue una colonia española? Sin lugar a dudas, Tirador es una de las películas más inteligentes que vi en el festival y es mi apuesta para el premio a Mejor Película en esta sección. Una vez más los filipinos dan que hablar.
The Elephant and the Sea. Dir. Woo Ming Jin. (Malasia)
Interesante película con innegables rasgos del cine de Tsai Ming-Liang y de Apichatpong Weerasethakul. Cuenta las historias de un joven y un cincuentón que nunca llegan a converger. ¿Cuál es la relación entre ambos? ¿Padre-hijo? ¿Es el mismo personaje en diferentes etapas de vida? Ambos son seres errantes viviendo en un pueblo malayo cuya contaminación afecta a sus habitantes tanto ecológica como psicológicamente.
Cómo estar muerto / Como estar muerto. Dir. Manuel Ferrari (Argentina)
Las influencias de la Nouvelle Vague son demasiado obvias, la película pierde su identidad propia entre Sin aliento, Shadows y Los 400 golpes. Preocupa el afán vanguardista plagiando a una «vanguardia» que ya fue hace cuatro décadas. ¿Y el blanco y negro? Facilismo estético e importante decisión injustificada. Tres amigos caminan por el centro de Buenos Aires hablando de temas jugando a ser vanguardistas con su espontaneidad forzada, sus diálogos cultos superficiales y haciendo planes que nunca concretarán. Aún me atrae la posibilidad de que todo este largometraje busque parodiar al cine seudointelectual porteño afrancesado. ¿No es la crisis de identidad un problema nacional en Argentina al no sentirse pertenecientes al resto de América Latina, ni ser parte, muy a pesar suyo, de la Unión Europea? Los puntos fuertes de la película se encuentran en las improvisaciones de los jóvenes actores en el reparto.
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