Once (2006), la película del director John Carney es, además de un excelente musical, muchas cosas que vale la pena destacar: las honestas y más que correctas actuaciones de los protagonistas e intérpretes -y pareja en la vida real- Glen Hansard y Markéta Irglová; la innovadora manera en que se aborda un musical, utilizando una imperfecta fotografía que juega a favor, y unos diálogos que nada tienen de melosos, por lo que se contrastan muy bien con las aterciopeladas melodías durante todo el metraje; la historia que gira en torno a dos personajes que se encuentran de manera casual; y la modestia que se aprecia a través de la trama y las canciones. Todos estos elementos hacen que la película adopte un aire sencillo y conmovedor, y se quede para siempre en el espectador.
La clave del filme es la música, y en el espectacular soundtrack se capta con mayor pasión las cuerdas de Glen, el piano de Markéta, y ambas voces mezcladas dulcemente, forjando una sola armonía de preciosas tonalidades. Se trata de un álbum indispensable tanto para cinéfilos como para amantes del folk acústico irlandés, melómanos que -como quien escribe- disfrutan con devoción el trabajo de compositores como Damien Rice, Colin Hay o Will Oldham.
Una de aquellas trece hermosas canciones, que es el inicio del disco y además, dentro de la película, el comienzo de la amistad entre Glen y Markéta, es la enternecedora «Falling Slowly», canción escrita e interpretada a dúo por ambos, y ganadora del Oscar 2008 a la mejor canción original. Podemos oírla a continuación:
[audio:https://www.cinencuentro.com./~sebastian/01 Falling Slowly.mp3]
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