«Oh my god, one of the most amazing shit i saw on the internet». Esa frase resume la reacción de varios de los que hemos visto los 7 minutos de Muto, an ambiguous animation painted on public walls», o el stop-motion más quemado con el que me haya topado en los últimos meses. Lo hizo un tal Blu, tomando prestadas algunas paredes de Buenos Aires y Baden, una ciudad alemana por si no lo sabías (yo tampoco). Fíjense que la tremenda chamba no sólo implica hacer el graffiti de cada cuadro, sino borrar los anteriores. Dale al play, y que te explote la mitra.
No sé porqué Rafa Martin (que no Raya Martin) de Las Horas Perdidas dice que la música es infernal. Tan mal no está, ¿no?
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