La presentación de Changeling, la nueva obra de Clint Eastwood, en la Competencia Oficial del Festival de Cannes, ha generado un fuerte impacto y se perfila como una de las favoritas para ganar la Palma de Oro. Ha recibido una doble ovación de parte del respetable, y su director, a sus 78 años el más viejo de los que aspiran al máximo trofeo, ha sido aclamado varias veces desde que terminó la proyección inaugural de su largo número 28.
Se trata de una reconstrucción de época, ambientada en los años 20 en Los Angeles, que narra la odisea de Christine Collins, supervisora de una empresa telefónica y madre soltera, que emprende una intensa búsqueda de su pequeño hijo de nueve años desaparecido, incluso contra la corrupción policial y con la única ayuda de un pastor protestante, interpretado por John Malkovich.
La angustiada progenitora es nada menos que la hipermediática Angelina Jolie, cuya gestación de dos gemelos precisamente ha invadido en buena parte la cobertura internacional de la cita cinéfila de la Costa Azul. Al respecto, ha afirmado que no puede imaginar nada peor que perder un hijo, y que el filme le ha permitido evocar el temperamento de su madre, fallecida en 2007. Sin embargo, hay algunas opiniones que cuestionan su actuación, en el sentido que no encuentra el tono de su personaje y resulta chirriante, y que muestra un exceso de elegancia y maquillaje para ese rol.
Eastwood, una verdadera leyenda viviente del cine, se ha paseado en la conferencia de prensa. Ha bromeado más de una vez, comentando que no tenía edad para ser uno de los niños de Changeling, ni para un eventual regreso de uno de sus papeles más representativos, el policía Harry Callahan, Harry, el sucio. «No podría estar en el departamento de policía a mi edad», ironizó. Pero también señaló que cada veinte o treinta años, ocurre una sacudida al interior del Departamento de Policía de Los Angeles (expuesto descarnadamente en la excelente L. A. Confidential de Curtis Hanson), y que esta historia, escrita por J. Michael Straczynski, con quien trabaja por primera vez expone uno de esos quiebres.
Es la quinta vez que el viejo cineasta, ganador de cuatro Oscars, compite en Cannes, donde fue reconocido como el mejor director en 2005 por Mystic River.
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