Me preocupa cómo debemos enfrentar los Juegos Olímpicos, porque ellos no son amables con el Dalai Lama, que es un buen amigo mío. Entonces pasó lo del terremoto y pensé: esto es karma, cuando no eres bueno las cosas malas te pasan.
Brilló en Casino. Bajos instintos la hizo diva con el famoso cruce de piernas.
Ahora las metió hasta el subsuelo y provocó un sismo a su imagen en la gigantesca
China. Un karma raro tendrán las Olimpiadas, que no sólo perturban a Alan García.
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