Dir. Andrés Baiz | 95 min. | Colombia – México
Intérpretes: Damián Alcázar (Eliseo), Patricia Castañeda (Valeria), Carolina Gaitan (Amiga de Natalia), Marcela Gallego (Mamá de Natalia), Isabel Gaona (Irene), Álvaro García (Tendero), Héctor García (Taxista), Martina García (Natalia), Marcela Mar (Paola).
Damián Alcázar es un excelente actor, y muy adecuado para los roles inquietantes. Para comprobarlo, se puede revisar La ley de Herodes y Crónicas, entre otros filmes. Pero ni su talento, ni el hecho de que la película recrea hechos reales, elemento que a menudo se convierte en una pesada carga, es capaz de aligerar la solemnidad de Satanás, opera prima de Andrés Baiz. Hay un permanente acento moralista, punitivo, que no deja respirar a la puesta en escena y al relato coral que atiende a Eliseo, el desquiciado que en un momento determinado estalla para desgracia de una veintena de personas, incluida su propia madre, pero también a una serie de criaturas también conflictuadas y atravesadas por la dualidad de víctima y verdugo, ultraje y pecado.
Dotada de un acabado técnico y nivel de producción correctos, apreciables para un debut en el largo, Satanás es, sin embargo, previsible y opaca en su sordidez, y alimenta la idea de que ciertas historias de inadaptación social y psicopatía, que además se basan en episodios tristemente verídicos, ya están gastadas y tienden al thriller facilista y supuestamente hábil en el entrecruzamiento de tramas paralelas, que en este caso incluyen personajes como un culposo sacerdote que quiere dejar de serlo para zambullirse en la carnalidad y una joven delincuente que sufre una violenta violación y luego busca venganza.
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