Así es. De acuerdo a la información que circula en la web, el rodaje acerca del conflictivo personaje de la Marvel, Wolverine, ha enfrentado al director Gavin Hood con la casa productora debido a que ésta prefiere dotarla de un corte más accesible al público infantil, en contraste a la visión más violenta y oscura planteada por el guión, y llevada a cabo por el realizador sudafricano.
Las limitaciones de la Fox al trabajo de Hood se han manifestado a través del repintado de varios de los sets utilizados en el rodaje, aprovechando la ausencia del director, cambiando así el tono sombrío de las locaciones por colores más adecuados para el público menor de 12 años, que representa un gran porcentaje de la masa de espectadores, y por lo tanto se convierte en el sector que rinde mayores ganancias. Al parecer, el estudio no se conformaría sólo con alegrar las paredes de los sets, sino que además podría suprimir e incluso rehacer muchas de las secuencias ya filmadas. Todo un atropello y una muestra más de la arbitrariedad y escaso criterio de la que a veces hacen gala los grandes estudios cinematográficos. Una lástima.
(Vía El Séptimo Arte)
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