El filme que escandalizara a medio mundo a finales de los setenta, por fin fue autorizado en Gran Bretaña, aunque editado en DVD. La razón esgrimida por el Consejo Británico de Calificación de Películas, tiene alguna gracia, señalan que el motivo principal para su exhibición, radica en su “interés histórico”. Resulta curiosa la denominación que le ha brindado esa institución, teniendo en cuenta que la cinta acerca de uno de los emperadores más polémicos del imperio romano, es más recordada por sus escándalos que por su rigurosidad histórica.
La película producida por Bob Guccione de la Penthouse Films International, estuvo bajo la dirección de Tinto Brass y contó con figuras de la talla de Malcolm McDowell, Helen Mirren, Peter O’Toole, Sir John Gielgud, entre otros. Además, se invirtieron varios millones de dólares en vestuario y escenografía, lo que pudo garantizar en algo su éxito. No obstante, durante el rodaje las discrepancias no se hicieron esperar, pues el guionista Gore Vidal, al notar que Brass, efectuaba modificaciones a su trabajo, decidió abandonar el proyecto. Asimismo, la falta de acuerdo, sobre el corte de la cinta – el director italiano optaba por el erotismo, Guccione por el sexo explícito y McDowell por la psicopatía del personaje -, generaba la reescritura de diferentes partes del guión sobre la marcha, creándose un ambiente de caos durante la filmación.
Por si fuera poco, Tinto Brass, sería despedido tras realizar un montaje que no satisfizo para nada, las expectativas del mandamás de Penthouse, quien sin ningún criterio narrativo, introdujo escenas sexuales explícitas que había filmado paralelamente con extras, a escondidas del italiano. Pasajes que solo añadieron incoherencia al trabajo del pobre Brass, que se sintió tan decepcionado como los actores al ver transformada la cinta en una película pornográfica.
Ahora, calmados los ánimos casi tres décadas después, se venderá en Gran Bretaña, el DVD del filme tal y como se estrenó, es decir, conteniendo las escenas rodadas por Guccione. Nos preguntamos, ¿Se animarán a recomendarla en las escuelas inglesas, dado su proclamado “interés histórico”? Veremos.
(Vía La Tercera)
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