A los 66 años, dejó de existir uno de los cineastas más notorios de Cuba. Humberto Solás fue, junto a Tomás Gutiérrez Alea, quien le dio forma a una importante franja del llamado nuevo cine latinoamericano durante los años 60. Solás se inició muy joven dentro de su profesión con un puñado de cortometrajes y documentales antes de debutar en la ficción y el largometraje con Manuela y Lucía.
Particular importancia tiene el segundo, que es un melodrama fuerte y florido muy influido de la órbita del cine de Luchino Visconti. Esta película constituye, al lado de Memorias del subdesarrollo de Gutiérrez Alea, el punto más alto del cine cubano, referencia inmediata y posterior para casi todo lo que siguió. El propio Solás continuó participando internacionalmente en diversos festivales de prestigio, aunque ninguna de sus siguientes películas alcanzaran esa cuota. Ahí están Cecilia y El siglo de las luces, esta última basada en la gran novela de Alejo Carpentier.
Probablemente lo más destacado de su labor en años recientes haya sido la creación del Festival de Cine Pobre, que se efectúa todos los años en su país y hasta ahora siempre bajo su presidencia. Los dejamos con el siguiente video donde este cineasta nos deja conocer algo de su bien ganada experiencia.
El ICAIC recordó que Solás fue «autor de varias de las mejores películas realizadas» en la isla, como Barrio Cuba, Manuela, Lucía, El siglo de las luces y Miel para Oshún -que hace unos años se vio en el Festival de Lima- y Un hombre de éxito.
(Vía La Jornada)
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