Las relaciones, las redes, se inician y crecen casi sin que uno se dé cuenta que ya es parte de una, o de varias a la vez. Redes que se encuentran y se alimentan entre sí. La relación, la conexión nuestra con Alberto Fuguet se inicia de diferentes maneras, dependiendo de quién se encuentre escribiendo en este blog. En mi caso se da a partir de su blog cinéfilo, y de un libro en particular, un libro que él no escribió, sino que editó. Confesaré aquí que no he leído ningún libro firmado por Fuguet, y ya que estamos en esto, diré algo peor: tampoco he visto Se arrienda, su primer largometraje (aunque sí he escuchado parte de su soundtrack. Ya es un avance, creo yo). Deudas que espero saldar pronto.
Conocí a Fuguet en la última Feria del Libro, y es muy probable que él no lo recuerde. Quién podría, con tanta gente alrededor saludándolo, pidiéndole un autógrafo, o entregándole algún material propio. Estuve en la charla donde presentó «Una vida crítica», el libro que reúne los textos de don Héctor Soto (otro nodo crucial de esta creciente red chileno-peruana). Luego del conversatorio, Paco Bardales se tomó la molestia de robarle un minuto al hiper-solicitado Fuguet, para presentarnos brevemente y confirmar una entrevista que Paco y Lucho le harían al día siguiente. Fue en ese contexto que escuché por primera vez la anécdota inicial (aquí en un video) que dará origen a Sudor, el largometraje que Alberto Fuguet filmará en Iquitos, con Paco como productor, y otros peruanos más en el equipo. El chileno más limeño que puedan encontrar lo cuenta así en una entrevista que publicó Caretas el jueves último:
–¿Cómo surgió Sudor, esa promesa de visitar Iquitos “pero con cámara”?
–Surgió como broma. Paco Bardales, el productor y uno de los motores de la movida cultural de Iquitos, me sugirió que, post Feria del Libro de Lima, aprovechara y me fuera para allá. Entonces, un poco como de buenas maneras, le dije: “me gustaría ir no al pasar, sino con una cámara”. Pero nunca pensé en rodar. Es que ahora siempre ando con una cámara pequeña. Es como un moleskine digital. Si lo estamos haciendo público es porque, por no ser una cinta comercial, es bueno que se sepa. Iré a comienzos del 2009 a filmar imágenes. Muchas veces las mejores obras parten por casualidad. Ojalá este sea el caso.
En esa entrevista Fuguet revela su obsesión por la actriz limeña Vanessa Saba (cuyo blog seguramente ya habrá visitado), y que piensa en el chileno Pablo Cerda para el papel protagónico, «Alejo un chileno que está huyendo y termina en Iquitos». Además cuenta que coescribirá el guion con un amigo suyo, el también limeño Diego Salazar, editor de la revista «Etiqueta Negra». Finalmente, se refiere a algo llamado «Pisco Gang»… mención que nos toma por sorpresa y que te agradecemos Alberto. Creemos que los lazos ya están establecidos y ahora resta dejarlos crecer, ver hasta donde llegan y disfrutar de sus frutos. Eso sí, te debemos un pisco sour:
–Se habla del Tequila Gang, Del Toro, Cuarón, González Iñárritu. ¿Si se tuviera que hablar de un Pisco Gang, quiénes lo integrarían?
–Gang viene de gangster. Creo. Creo que hay gente que tiene sensibilidades parecidas en todas partes. Y creo que hay muchos lazos entre Perú y Chile. Supongo que el Pisco Gang son los de Cinencuentro. El cine ahora está en la red. Dicho eso, mi idea es irme con tres o cuatro personas a Iquitos y tener un equipo chiquísimo allá de talento peruano. La idea de hacer una invasión ya pasó. No hay dinero ni ganas ni energía.
La entrevista completa de Caretas, en el blog de Paco. Seguidamente, lean lo último que postea Fuguet sobre su sudoroso proyecto iquiteño.
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