Lo dice un puneño con cierta experiencia en esto de hacer películas cuyos escenarios y personajes son mayoritariamente andinos, así que algo de atención habría que prestarle. Leo lo que dice el director Flaviano Quispe en en esta nota de La Primera, respecto al cine hecho en Lima, en particular aquel que intenta salir torpemente de la ciudad, y sus sensaciones al ver el universo andino en la pantalla grande, a través del lente miope (si cabe la ironía) de algún realizador capitalino:
En un momento sentí la indiferencia, pero poco a poco me han dejado acercarme. Puedo decir que el cine limeño es quizá algo miope. ¿No? Hay ciertos complejos. Cuando tocan temas andinos es como si a Tom Cruise le pusieran un chullo y le hicieran actuar como peruano. No hay autenticidad o quizás no quieran ver más allá de Lima. Con lo poco que sabemos nosotros, con nuestras opiniones o puntos de vista, creo que podemos mejorar muchas cosas dentro del cine
En realidad, no creo que haya que ir muy lejos como para conseguir que el fan de la cientología haga de peruano; para enumerar ejemplos de poca auntenticidad en nuestro querido cine limeño basta con recordar dos perlas: Tatiana Astengo y Melania Urbina con polleras en Paloma de papel (en la imagen de arriba), o lo visto en el tráiler de Vidas paralelas (que se estrena este jueves 25), Renzo Schuller y Jimena Lindo metralleta en mano jugando a ser «revolucionarios» de Sendero. Como dice Flaviano, algunas veces hay que ver más allá de Lima.
PS. Dato para la gente de La Primera: Melinton Eusebio es ayacuchano, el cajamarquino es otro director, Héctor Marreros es su nombre.
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