A los 83 años de edad, en su residencia de New York, falleció el legendario actor y director norteamericano Paul Newman, víctima de un cáncer al pulmón que lo había postrado desde hacía unos meses.
Hizo el anuncio Vincenzo Manes, presidente de Dynamo Camp de Limestre, fundación que integra la organización internacional de solidaridad fundada por las estrellas de Hollywood. «Esta mañana a las 7.30 recibí un correo electrónico desde Estados Unidos en el que se me informa que Paul Newman no está más entre nosotros», informó Manes.
Se va uno de los actores más representativos de la historia del cine estadounidense, quien debutara en la pantalla grande en 1953 con The Silver Chalice, un filme que luego le avergonzó tanto que, cuando se exhibió en la TV de su país en los años sesenta, hizo que emitiera un comunicado para pedir disculpas por su actuación. Sin embargo, Newman, formado actoralmente en la Universidad de Yale, el célebre Actor Studio y unos primeros años en el teatro y la TV, alcanzó el estrellato en Hollywood rápidamente, en la segunda mitad de los años 50, con películas como The Long, Hot Summer, The Left Handed Gun, Cat on a Hot Tin Roof y Éxodo, imponiendo un estilo de actuación sobrio y de inteligente composición que dosificaba la expresión y así potenciaba su impacto dramático, en una década ganada en parte por los explosivos temperamentos de Marlon Brando y el prematuramente mítico James Dean. Con un perfil no refractario a lo clásico, Newman nunca abandonó la elegancia, pero sintonizó con la atmósfera rebelde de su época y se convirtió en referentes de los años 60 y hasta mediados de los 70, a través de roles que iban de la osadía al agobio y de la galantería al peligro.
Además, Newman dirigió un puñado de largometrajes: Rachel, Rachel (1968), Sometimes a Great Notion (1971), The Effect of Gamma Rays on Man-in-the-Moon Marigolds (1972), el telefilme The Shadow Box (1980), Harry & Son (1984) y The Glass Menagerie (1987).
En 1985 obtuvo el reconocimiento de la Academia que le otorgó el Oscar honorífico, pero sería al año siguiente que por fin se haría de la estatuilla en competencia con El color del dinero. Consciente de su status en el medio y todo lo que ello implica, siempre supo mantenerse un tanto al margen del juego de la farándula y distinguirse como un hombre de familia por encima de todo. Le sobreviven sus cinco hijas, y su esposa por más de cincuenta años, la no menos venerable Joanne Woodward.
La gata sobre el tejado caliente (Cat on a Hot Tin Roof). En 1958, con otra criatura histórica de Hollywood, Elizabeth Taylor, encarnando la obra de Tennessee Williams bajo la dirección de Richard Brooks (Elmer Gantry).
Butch Cassidy and the Sundance Kid. En 1969, en dúo con su amigo Robert Redford, en la popular cinta de George Roy Hill (también director de El golpe, con los mismos actores) sobre un par de asaltantes de bancos que huyen a Bolivia.
El veredicto. Esta película se cuenta entre lo más correcto del cine judicial de Sidney Lumet. Pero si hay algo realmente memorable en ella, es la actuación soberbia de un Newman maduro, convertido en un abogado común y corriente, limitado por sus alcances y talento, pero igual de sometido como tantos a la disyuntiva entre el deber y el hacer.
The Hudsucker Proxy. En los últimos años las apariciones del actor se hicieron más esporádicas. Tal vez la más curiosa fue la que hizo en esta extravagancia total de los hermanos Coen. Aquí se convertía en todo un potentado de caricatura al puro estilo de los de Frank Capra.
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