Desierto sur
Dir. Shawn Garry | 100 min. | Chile
Intérpretes: Marta Etura (Sofía), Carolina Varleta (Nadia), Alejandro Botto (Gustavo), Ernesto Malbran (Pepe Valencia), Hector Morales (Brittany), Héctor Noguera (Iñaki Martiarena).
Estreno en Chile: 25 de setiembre de 2008
Se ha dicho hasta el hartazgo que la deuda que existe en el cine chileno son los guiones y el nuevo estreno nacional, Desierto Sur, no se queda atrás en este punto. La española Sofía es la mejor nadadora de su equipo en la escuela (¿?). Su madre muere al momento de iniciado el relato lo que lleva a la joven a una gran depresión y a aislarse de todos. En el correo encuentra una carta en la que descubre que su madre estuvo enamorada de otro hombre años atrás. Ese hombre vive en un mítico lugar llamado Desierto Sur en el norte de Chile. Sabedora que las cenizas de su madre estarán mucho mejor en la tierra de ese hombre, al cual no vio en décadas, que en la casa de su viudo padre, inicia un viaje al norte chileno decidida a encontrar este lugar y a este hombre.
El segundo semestre del año promete ser una buena temporada de estrenos chilenos, los que siempre son bienvenidos, no así nuestras expectativas son satisfechas. Quizás el error es nuestro y hacernos muchas expectativas cuando se habla de cine chileno es algo que deberíamos olvidar. Seamos francos, desde hace mucho tiempo que un estreno nacional suscita muchas cosas, como nerviosismo, curiosidad, abatimiento, desgano, dicha para algunos, pero altas expectativas no. Eso de esperar que la siguiente obra nacional nos dejará satisfechos ya quedó en el pasado. Allá, a fines de los ochenta, cuando tímidos atisbos del resurgimiento del séptimo arte realizado en nuestra tierra comenzó a ser un hecho, podíamos sentir que una nueva película en cartelera podía venir acompañada de esperanzas y de altas expectativas. El tiempo y la repetición de los errores nos dijo que era mejor guardar esas cosas para eventos más nobles. Cada vez que el cine chileno hace su aparición en cartelera sufrimos de lo mismo, aun cuando muchos errores han quedado en el pasado. Ya no podemos decir lo que tantas veces se escuchó respecto al último estreno: «El sonido era tan malo que no entendí nada». Hoy en día se entiende lo que se dice, pero por lo general no entendemos lo que nos quieren decir, que es algo mucho peor.
Se ha dicho hasta el hartazgo que la deuda que existe en el cine de Chile son los guiones, y el nuevo estreno nacional, Desierto Sur, no se queda atrás en este punto. La española Sofía es la mejor nadadora de su equipo en la escuela (¿?). Su madre muere al momento de iniciado el relato lo que lleva a la joven a una gran depresión y a aislarse de todos. En el correo encuentra una carta en la que descubre que su madre estuvo enamorada de otro hombre años atrás. Ese hombre vive en un mítico lugar llamado Desierto Sur en el norte de Chile. Sabedora que las cenizas de su madre estarán mucho mejor en la tierra de ese hombre, al cual no vio en décadas, que en la casa de su viudo padre, inicia un viaje al norte chileno decidida a encontrar este lugar y a este hombre.
A medida que avanza la historia, Sofía irá conociendo a distintos personajes que poblarán su vida y que la ayudarán a terminar su misión, todo esto relatado vía fotogramas finamente construidos. Allá están esas bellas tomas submarinas del inicio del film o esos planos realizadas en el desierto de Atacama, en los cuales contemplamos extasiados la majestuosidad del desierto más seco del mundo. Es un agrado sentir que en nuestro medio se puede filmar tan bien y se nota que Shawn Garry, el director del film, tiene muy buen ojo al momento de poner su cámara. Sin duda que años de publicidad y estudios en Estados Unidos lo han llevado a perfeccionarse ampliamente en la estética del cuadro fílmico. Pero el cine no es sólo una sucesión de tomas bellamente fotografiadas, qué duda cabe de eso, y donde cae el film es en nuestra deuda histórica nacional. El guión.
Mucho se ha discutido del por qué las historias nacionales flaquean, qué es lo que pasa que los guiones simplemente no funcionan. El entrar a discutir ese tema podría ser inconducente y de hecho ha probado serlo. Desde hace años que ese tema se habla, se discute, se desmenuza y se cocina, pero los resultados al momento de los estrenos siguen siendo los mismos, salvo algunas excepciones. Siempre salimos de las salas con un gran signo de interrogación en nuestros rostros. Esas interrogaciones pueden ir del orden de ¿Qué diablos acabo de ver? ¿Por qué gasté plata para ver esto? ¿Qué me quisieron contar? ¿Era necesario? Y un largo etcétera.
En el caso particular de Desierto Sur la historia comienza prometedora y con ánimos de hacernos ingresar en un Road Movie introspectivo y dramático. Pero no a mucho andar el relato se estanca y se ramifica hacia lugares que no entendemos del todo, dejando el conflicto principal totalmente olvidado. SPOILERS: Al momento de llegar a Chile, Sofía sólo quiere y necesita encontrar urgente la forma de llegar a su destino. Por supuesto que nadie ha escuchado nunca de un lugar con el nombre de Desierto Sur y Sofía sólo tiene el dato de que está en algún punto de la segunda región. En el camino al desierto conoce a Nadia, una chilena que está escapada de su casa. Más tarde aparecerá un argentino, Gustavo, quien amablemente se ofrece a llevarlas hasta Antofagasta. La irrupción de este hombre a la vida de Sofía hará que las prioridades de ésta se vean truncadas y su apuro y pena pasan a un muy segundo plano. Sin mucho aviso ni razón, la historia toma luego un giro hacia los caminos del narcotráfico y la aventura, culminando todo en un tiroteo innecesario. Sofía escapa y nunca más sabemos de sus amigos y nunca más los volvemos a ver, siendo esta, sin duda, una de las salidas de personajes menos dignas de las que se tengan recuerdo en los anales del cine mundial. Sofía, sola y asustada en medio de una ciudad que no conoce, le basta con preguntar a dos personas (sí, dos personas, a las 3 de la mañana) para encontrar su destino y realizar su misión. FIN SPOILERS.
Todo lo anterior nos hace preguntarnos el motivo de todo lo que vimos. La muerte de la madre, ese novio que quedó olvidado en España, qué relación tenía Sofía con su padre. ¿Era en verdad su padre? ¿Era necesaria la excusa de traer las cenizas a Chile o mejor hubiera sido la historia de una mochilera que vive una aventura en otro país? ¿Cuántos años tiene Sofía? ¿18, 25 ó 30? ¿Cómo es posible que donde sea que vaya esta chica encuentre españoles o argentinos? ¿Hay en el país una cumbre iberoamericana o algo así? Por buen gusto y algo de respeto, no comentaré la intromisión de Héctor Noguera en medio de todo este embrollo, en su papel de español (!) en medio del desierto.
Si ha todas las dudas que nos presenta una película tan “bonitamente” filmada como esta, le sumamos el hecho de parecer realizada por alguien que detesta a los chilenos, los signos de interrogación en nuestros rostros se ven ampliados y multiplicados. Revisemos algunos hechos. En lo poco que se ve, la ciudad de Santiago nunca se ha visto más fea. Los únicos 3 chilenos que Sofía conoce resultan ser: Una chica escapada de casa porque su padre no la quería y que es promiscua, mentirosa y ladrona. Un tipo en medio del desierto que es narcotraficante y algo violento. Un travesti prostituto y cochino (buena onda, eso sí). Pero bueno, este tipo de cosas no apuntan tanto al cine, apuntan más al sicoanalista.
Al final, un film extraviado que nunca se decide que ruta tomar, con varios aciertos en el área técnica pero que se olvida que el cine requiere más que movimientos de cámara perfectos y planos elaborados. El cine requiere historia, ideas, verdades. Para lo otro está la publicidad.
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