Sin llegar a ser un bodrio insufrible, la versión fílmica de El superagente 86 no funcionó en la pantalla, pero sí en la boletería, con un presupuesto de 80 millones de dólares y 230 millones de recaudación. Suficiente para echar a andar la realización de la segunda parte, que por el momento sólo tiene confirmado a Steve Carell como Maxwell Smart, faltando definir si lo acompañarán Anne Hathaway (la 99) y Alan Arkin (el jefe).
Otra novedad, más valiosa aún, es que ahora cuenta con su propia productora, Carousel Productions, como hace toda estrella que pretende algo más que recibir cada año un lote de propuestas actorales que lo mantengan vigente. Sus socios son el actor, guionista y productor Vance DeGeneres, su ex compañero del programa de TV Daily Show, y Charlie Hartsock, un antiguo colaborador en el Second City Theatre de Chicago, donde Carell actuó en sus inicios. La empresa ha firmado un convenio de tres años con Warner Brothers -el estudio de Get Smart!, filme ajeno al trato-, para desarrollar diversos proyectos que le interesen como intérprete o gestor.
«Tengo algunas ideas para películas, pero he conocido a tanta gente que es graciosa, tiene talento e imaginación, que confío que esta base amistosa dé lugar a proyectos. Hallar cosas que hacer como actor es el objetivo principal de mi negocio, supongo, pero no me limito a eso, también busco películas que pueda producir si no son adecuadas para mí como actor», declaró Carell.
(Vía Blog de cine)
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