Con tan sólo 37 años, dejó de existir este actor conocido principalmente por ser hijo de una de las máximas estrellas del cine francés de las últimas décadas. Se ha informado que la causa de su fallecimiento fue una fuerte neumonía recientemente contraída, por la cual estuvo internado en el hospital de Garches, cerca de París.
Guillaume Depardieu, nacido en 1971, se crió dentro del mundo del cine y la cultura de su país. Hijo no sólo de Gérard Depardieu, sino también de la actriz Élisabeth Guignot. No fue extraño entonces que sus primeros tanteos en el cine se dieran a muy temprana edad. Durante los 70 tuvo alguna que otra aparición, pero llegó a tomarse más en serio la profesión a partir de los 90. Asimismo, en esa época se dieron a conocer las conflictivas relaciones con su padre, y su rebeldía manifestada en actividades de riesgo como las carreras en moto.
Entre los filmes más recordados de Guillaume se encuentra Tous les matins du monde, un notable trabajo de Alain Corneau, en el cual interpretaba de joven al personaje que tenía a su cargo su padre. En 1996 fue cuando logró hacerse de un espacio propio al obtener el premio César al actor revelación por la comedia Les apprentis.
Precisamente en ese periodo su afición por las altas velocidades le cambiaría la vida. Tras un grave accidente, una de sus rodillas quedó destrozada. A lo largo de los años nunca pudo recobrarse, y tras una intervención más en el 2003, sufrió una infección que derivó en la amputacíón de la pierna. Aún así su carrera no se detuvo. De hecho, una de sus más recientes actuaciones sigue en las carteleras francesas: Versailles, dirigida por Pierre Schöller, mientras otras tres películas que rodó esperan estreno en estos momentos.
(Vía El Universal)
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