La maquinaria de promoción de la nueva entrega del ya icónico Quentin Tarantino, Inglorious Bastards, calienta motores. Han aparecido casi al mismo tiempo dos imágenes, una fotografía del realizador en una locación del rodaje, y el primer poster de esta historia de prisioneros de los nazis, en plena Segunda Guerra Mundial, que escapan inesperadamente de su cautiverio y luchan por llegar a Suiza para recobrar completamente su libertad, en medio del fuego germano y aliado.
Pero la principal novedad de la producción es un pequeño cambio de nombre, nada menos. A partir de ahora se llama Inglourious Basterds, es decir con una «u» demás y una «e» en vez de la segunda «a». Al parecer, el motivo es para diferenciarse de la cinta italiana de Enzo Castellari, Quel maledetto treno blindato (1978), en la que se inspiró. Sus publicistas están desconcertados, no entienden muy bien por qué hizo el cambio, pero en fin, es el autor que le dio un nuevo soplo al cine hollywoodense, el esteta de Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Jackie Brown y Kill Bill. Él puede poner un jeroglífico como título si quiere.
Deja una respuesta