¿Pus… quién? Ferenc Puskas, el húngaro más famoso del mundo. Y todo gracias al fútbol.
Si tienes la dicha de tener a tu abuelo a tu lado, y resulta ser un futbolero de pura cepa, anda y pregúntale quién fue Puskas. Ah, y prepárate porque seguro no va a hablarte poquito de él. La historia lo registra como el mejor futbolista húngaro de todos los tiempos, prácticamente un dios del deporte rey, alojado en el Parnaso del Balompié luego de aquella inolvidable final del mundial de Suiza ’54. Aquel partido se recuerda también, sino como la mejor, como una de las mejores finales de la historia del fútbol (fue el mundial después del Maracanazo). Si no te sabes la historia, el famoso «Milagro de Berna», va más o menos así: la Hungría capitaneada por Puskas, que en las fases preliminares había goleado a cuanta selección se le paró al frente con goleadas de escándalo, se enfrentaba a Alemania Occidental (a quienes ya le habían ganado antes ¡¡¡por 8 a 3!!!), y está empatando el partido 2 a 2 luego de ir ganándolo 2 a 0, siendo Puskas quien inaugura el marcador. Cuando llega el minuto 84′, un remate de Helmut Rahn pone el partido 3 a 2 y Alemania se alza campeón por primera vez en su historia. Das Wunder von Bern. Don Ferenc nunca más jugaría otra final.
Esa leyenda, ese mito que fue este gran seleccionado magiar, será llevado a la pantalla grande a través del documental Puskas Hungary, dirigido por Tamás Almási, y lo estrenará en el Festival de Cine Húngaro en enero de 2009. El documental tendrá una duración de 115 minutos en los que se recogen más de 50 entrevistas y material de la época en donde Puskas era lo más grande del deporte rey, sobre todo en aquellos años en que defendió la camiseta merengue del Real Madrid, con la que ganó todo. Veremos (y reconoceremos) a personalidades del soccer, como Pelé, Ramón Calderón, Raymond Kopa, Franz Beckenbauer, Alfredo Di Stefano, Michel Platini, Gyula Grosics, Jenö Buzánszky y la viuda de Puskas, Erzsébet Hunyadvári.
Chequeen el video de la final. Resalta la cantidad de cámaras para captar los diferentes ángulos de las jugadas. Estamos hablando de 1954. Además de la impresionante cantidad de gente que había en el estadio, 60000 almas, de ambos sexos, de toda edad. Todo gracias al fútbol.
Almási confesó que el título se inspiró en una carta que un fanático sueco le había enviado al delantero húngaro, quien escribió en el sobre nada más que «Puskas, Hungrary», carta que finalmente llegó a su destinatario. El gran Ferenc Puskas falleció a los 79 años, víctima de Alzheimer. Ya no salen jugadores como él.
(Vía La Tercera).
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