Aunque de talento versátil, con frecuencia inclinado a la comedia, el cine del veterano Barry Levinson es pródigo en sólidas convicciones, claros contrastes, personalidades sobresalientes y una mirada crítica y escéptica a la sociedad. Ese perfil data de su primera etapa de guionista, en la que resalta Y justicia para todos…, drama judicial con un Al Pacino que ya empezaba a desbordarse, y dirigido por Norman Jewison, autor con el que comparte coordenadas. Para comprobarlo, hay que recordar, entre otras obras, The Natural, la llegada de Robert Redford a la madurez como un destacado beisbolista; Good Morning, Vietnam, tour de force de Robin Williams como un popular y rebelde locutor radial en medio de la amarga guerra; Rain Man, el duelo de dos generaciones encarnadas en los opuestos hermanos Tom Cruise y Dustin Hoffman; Avalon, saga de una familia judío-polaca en Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX; y Bugsy, solvente biopic en el que Warren Beatty brilló como el gángster Ben Siegel.
Recreó la parafernalia artificiosa de las altas esferas del poder en Wag the Dog, punzante sátira sobre la política exterior norteamericana y el manejo psicosocial de la información que juntó a Dustin Hoffman y Robert De Niro (justamente, De Niro protagoniza la cinta de Levinson recientemente estrenada, What Just Happened?, odisea de un productor de cine en el mastodóntico Hollywood contemporáneo). Por eso no extraña que el director esté preparando un documental, titulado Poliwood, que mostrará las preferencias políticas de las estrellas del cine norteamericano, que siempre son muy atentas al juego político de su país y que en las recientes elecciones presidenciales que ganó Barack Obama acentuaron incluso su participación. Levinson asistió a las convenciones demócrata y republicana, y registró al grupo de intérpretes presentes, entre quienes había figuras tan diversas como Susan Sarandon y Anne Hathaway, dos actrices muy distintas y con más de treinta años de diferencia. El cineasta captó el modo cómo alternaban en ese escenario, a la vez vívido y teatral, en el que aprenderse los libretos puede ser todavía más difícil que en el rodaje más complicado. El proyecto, entonces, dará una muestra, en vivo, de las motivaciones y las ideas de las que ha bebido históricamente parte del cine norteamericano.
En la octava edición del Festival de Cine de Marraquech (Marruecos), donde ejerce como presidente del jurado, Levinson adelantó algunas ideas de Poliwood:
Trata de lo que hablan y de cómo los percibe la gente. Hay quien se ofende porque se posicionen políticamente. No saca grandes conclusiones, sino que refleja el circo de la política y su cruce con los famosos. Fue divertido ir a las convenciones y ver lo que sucedía.
El realizador, que presentó What Just Happened? en dicho festival, expresó su satisfacción con el triunfo de Obama y lo compara con hitos claves. «Por primera vez en mi vida, hay un entusiasmo por un presidente más allá de lo que nunca he visto, más incluso que con Kennedy», subrayó.
(Vía La Tercera)
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