Madagascar, Scape 2 Africa
Dir. Eric Darnell y Tom McGrath | 89 min. | EEUU
Intérpretes: Ben Stiller (Alex), Chris Rock (Marty), David Schwimmer (Melman), Jada Pinkett Smith (Gloria), Sacha Baron Cohen (Julien), Cedric the Entertainer (Maurice), Andy Richter (Mort), Bernie Mac (Zuba), Alec Baldwin (Makunga)
Estreno en España: 28 de noviembre de 2008
Madagascar, Scape 2 Africa (Madagascar 2) es una gozada colorista, una reluciente pirotecnia de música y alegría, de batir de palmas, una fiesta en la que los peques, y su padres, tíos o hermanos mayores, han disfrutado de lo lindo. Al igual que me ocurriera con las citas esporádicas que me regalo de este mundo de color y fantasía, ya sea asomando a la casa Pixar, o a la de Dreamworks, ambas en puja por conseguir un detallismo de artesano superado en cada trabajo, disfruto igual que los enanos a mi alrededor, cuyos ojos desprenden virutas de felicidad.
Fiesta de Dibus
La fábrica de Dreamworks debe estar poniendo a sus virtuosas manos a trabajar a destajo, día, noche y domingos de guardar, para superar siempre el último escalón, hasta llegar….al cielo. Si es que existe cielo alguno para los perfeccionistas del mejor todavía. Y mejor que la primera parte parece (a tenor de las voces generales) que se lo han laborado, las cuitas de una particular y multicultural familia de animalitos salvajes criados en Zoo neoyorkino a base de fama y admiración multitudinaria: el león Alex, la cebra Marty, la jirafa Melman, y la hipopótamo Gloria, además de la pandilla de frescos pingüinos y el rey Julien el lemur.
La que suscribe no vio la primera parte, el naufragio en la isla de Madagascar de estos protas, y su estancia en tan exótico lugar. Pero, amante de estos bichos dibus no pretendía perderme, a pesar de las colas con lluvia y la jauría de niños con palomitas y grititos en rededor, su perfeccionada segunda parte: la salida de la isla ( rumbo a Nueva York) de los animalitos en una especie de medio avión construido por unos pingüinos muy desastrosos. La realidad es muy otra, y en lugar de la gran manzana, el sublime aterrizaje les deposita en África, la tierra madre.
Madagascar, Scape 2 Africa (Madagascar 2) es una gozada colorista, una reluciente pirotecnia de música y alegría, de batir de palmas, una fiesta en la que los peques, y su padres, tíos o hermanos mayores, han disfrutado de lo lindo. Los diálogos no dejan de ser ingeniosos y chispeantes, sin superar la genialidad de su antecesor Kung Fu Panda, (para nuestro placer ya en dvd). Siempre con esa pintoresca y sutil manera de pegotear caracteres humanos en los animales, con sus miserias y pintorescas moralejas, con sus rituales, defectos y maldades, pero por supuesto, adaptado a la centuria que corre: Digamos, ejehehe (leáse carraspeo), con alguna mayor tolerancia y democracia (?!), y cierta adaptación metrosexual al macho rey. Pues, ¿qué hace un rey de la selva dando piruetas a lo Billy Eliot? para los ojos sorprendidos de los autóctonos africanos, y alegría del malo de la película, el león cara cuadrada con tupé.
Al igual que me ocurriera con las citas esporádicas que me regalo de este mundo de color y fantasía, ya sea asomando a la casa Pixar, o a la de Dreamworks, ambas en puja por conseguir un detallismo de artesano superado en cada trabajo, disfruto igual que los enanos a mi alrededor, cuyos ojos desprenden virutas de felicidad. Qué suertudos son, tienen ante sí una oferta tecnológica en 3D dando ese aspecto de escultura a los dibus, que no tuvimos nosotros en nuestra infancia.
La cinta, dispuesta y empaquetada por Eric Darnell y Tom McGraith, viene acompañada con todos esos elementos que hace que los más niños (los peques entre 3 y 7 años) se exciten, griten, den palmas y se muevan, aunque algunos de los diálogos, tan chispeantes, no los comprendan del todo, no así las actitudes. La viejita & bolso forman un tándem con su punto morboso-infantil en cierta similitud con la bruja mala, que los adultos asocian a más de una «vecina» muy reconocible. Estos personajillos animalescos tan simpáticos presentan unos matices urbanos muy reconocibles, muchos de los cuales se trabajan a través de las voces. Sin poder disfrutar de las originales, puesto que para público tan cándido resultaría de una complicación innecesaria, tenemos a bien disfrutar de un regalo nada desdeñable, las voces de Paco León, aunque pudiera resultar débil en un principio para Alex, resulta muy acertada dado que Alex el león es un urbanita domesticado; Alexis Valdés, Arturo Valls, Manuel Fuentes, o Belén Rueda que completan a los estupendos profesionales de doblaje.
Madagascar 2 es un plato hilarante que presenta, detrás de las bambalinas de color, luz y marcha-marcha, las diferencias que deben encontrarse y reconciliarse entre las urbes actuales y sus gentes y los grandes espacios, sociales y físicos, de donde proceden.
Vayan a regocijarse con sus peques, (o sin ellos), dense más alegrías al cuerpo, disfruten de estas escenas hechas con oficio y suelten ese carcajada que les rejuvenecerá.
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