Así como Daniel Radcliffe y Rupert Grint, sus coestrellas de la saga de Harry Potter, Emma Watson ya empieza a vislumbrar qué hacer luego del fin de la franquicia. Estas figuras juveniles quieren una transición adecuada a la adultez, para no pasar por lo mismo que tantas otras que, al hacerlo, desaparecieron de la primera fila e incluso del cine mismo. La muchacha que popularizara a Hermione dice en una entrevista, reseñada en El Comercio, que estaría dispuesta a aceptar la inclusión de desnudos en sus próximos filmes, como algo natural en el curso de su profesión.
«No soy todavía una mujer, pero ya no soy una niña», comentó, como si necesitara aclararlo, en la promoción de la animación The Tale of Despereaux. Por ahora, Emma va a ser universitaria, en la especialidad de filología inglesa. Ella quería zafarse ya, de una vez, de la imagen de chiquilla que sus fans adoran, pero en la industria le han dicho que espere un par de añitos para el desnudo. Eso sí, tendrá que ser un buen papel, afirmó, y expresó su deseo de que fuera en un filme de Bernardo Bertolucci. «Iría desnuda si él me lo pidiera», precisó. Vaya jale…
Bueno, el notable director italiano tiene mucha muñeca para ese tipo de escenas: María Schneider en El último tango en París, el trío en Novecento, Debra Winger en Refugio para el amor, Eva Green en Los soñadores, Liv Tyler en Belleza robada, siguen firmas…
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