Hace unos días revisaba los números de taquilla de películas chilenas. Los números son paupérrimos. La película más exitosa es 31 minutos, filme basado en una serie de televisión cuyos protagonistas son muñecos. Su taquilla llegó a poco más de 210 mil personas (es decir, ¡3 puntos de rating!). La segunda más taquillera viene a ser el filme El regalo de Cristián Galaz y Andrea Ugalde, el cual ya se encumbra cerca de las 200 mil personas. El resto de los estrenos, los cuales sobrepasaran los 20 este año, han superado por poco los 100 mil espectadores. ¿Un mal año para el cine chileno?
Hace meses atrás fui al lanzamiento de un sitio web donde también asistió la ministra de educación. En la ceremonia, la ministra Urrutia feliz daba a conocer el formidable y exitoso número de películas chilenas que se estrenarían durante el año 2008, pero al revisar los resultados en taquilla el motivo de felicidad no se ve por ningún lado. No soy de los que piensa que el éxito está en estrenar en sala, el éxito siempre he sentido va más por el lado de conectar con el público y esto último, claramente, no ha ocurrido con nuestro cine durante este año.
Todos sabemos que hacer una película es muy difícil y si a esto se le suma el extra de tener que estrenar en salas con copias en 35mm, publicidad, marketing y todos los etcéteras que ello conlleva, la montaña por escalar se transforma en el Everest, por lo que surge la pregunta ¿Es necesario que tu película sea estrenada en sala?
La respuesta que me nace es no, no es necesario. En especial si se piensa que existe una herramienta/mundo/futuro-presente como es el Internet, el cual llega a todas partes y el cual suma y suma más adeptos todos los días. ¿Es tan descabellada la idea de estrenar tu film, tu largometraje, por este medio? En absoluto y es algo que se está haciendo. Recordemos el caso de Wayne Wang y su película The Princess of Nebraska estrena en el Screening Room del popular YouTube. Es verdad que aun no puedo ver el film ya que está disponible sólo para EE.UU. pero eso no desmerece el hecho de que fue estrenada del modo en que fue estrenada. Y gratis.
Otro tema no menor: los verdaderos cinéfilos, ¿dónde estamos viendo las películas? Últimamente la mayor cantidad de cine que estoy consumiendo es acostado en mi cama con mi portátil en las piernas y audífonos en mis oídos.
Pero hacia dónde con esto. Vagando por Internet doy con este sitio chileno, el cual anuncia el estreno online el próximo 9 de abril de un largometraje titulado Tanto tiempo, dirigido por Claudio Polgati. Con actores para nada conocidos, y respirando de la herencia dejada por Linklater, el filme trasunta la moral de cine pequeño, intimista y centrado en los personajes. Al leer que su intención es estrenar online me pregunto el motivo de por qué no ocurre más a menudo esto. No puede ser debido a que de este modo no se gana dinero, ya que es ridículo esgrimir un argumento como ese, en especial si finalizando el año tenemos experiencias de estrenos con 15 copias en 35mm, los cuales han convocado a poco más de 5 mil personas. ¿Valió la pena entonces el estreno en sala? ¿Se ganó dinero con eso? En absoluto. Obvio que los más puristas estarán en desacuerdo con esto, del mismo modo en que están en desacuerdo del filmar en digital y no en fílmico. ¡Por favor! La idea es filmar bien. La idea es conectar y contar una buena historia. La idea es poder hacer más cosas. Qué importa si se hace en 35, IMAX, HD. Estrenar online hoy en día es tanto o más valido que estrenar en salas de cine o en el living de tu casa. Celebro de buena manera que en Chile, y espero que en muchos lados más, esté ocurriendo esto. El cambio de visión y el adaptarse a los nuevos medios y soportes habla del ansia de no quedarse atrás y estar acorde con el mundo en que se vive. Habla de que se quieren hacer cosas y que ahora más que nunca existen los medios.
Por cierto. The Princess of Nebraska ya tiene más de 219 mil views, más que el éxito de taquilla más grande del 2008 en Chile.
Pueden ver el tráiler de Tanto tiempo en su página web o en YouTube:
También la comenta en su blog Alberto Fuguet, uno de los productores de la cinta, con «Cinépata».
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