Desde España, Blanca nos envia su listado de lo mejor que ha visto en el 2008:
1.- Antes que el diablo sepa que has muerto (Sidney Lumet, 2007)
El último mohicano de la izquierda norteamericana, vivos y lúcidos ochenta años que siguen siendo incómodos una tragedia shakesperiana actual, la caída en los delirios de la ambición, la pérdida del honor personal y de la honradez más esencial.
2.- Tropa de Elite (José Padilha, 2007)
Una enorme sacudida. La gran contradicción de las favelas brasileñas, la Gomorra desbocada.
3.- Los limoneros (Eran Riklis, 2007)
Notable intensidad que va más allá de moralismos y arbitrarias sentencias, pura lógica de vida. Hermosas miradas.
4.- El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2008)
Hiperrealismo, caos, ambigüedades morales, acción superlativa, diálogos notables para un superhéroe.
5.- Quemar después de leer (Ethan y Joel Coen, 2008)
Refresco, giro magnífico de los magníficos hermanísimos. Norteamérica tarada y necia, deformada y cretina. Actores elevados a la máxima potencia.
6.- Che, el argentino (Steven Soderbergh, 2008)
La historia sin manipulaciones. Soderbergh ha centrado su objetivo en la individualidad, en la personalidad de un mito de la lucha por los derechos sociales. Cine todavía muy necesario.
7.- Satanás (Andrés Baiz, 2007)
Exenta de juicios de valor Baiz ha barajado cuestiones importantes, el exceso de violencia en la sociedad, el sexo y el amor obsesivos. Pulcra, elegante, chorreando perfección interpretativa.
8.- Wall-E (Andrew Stanton, 2008) y Kung Fu Panda (Mark Osborne y John Stevenson, 2008)
Porque su poesía es universal, sus curvas interiores conmovedoras e hipnotizadoras. Wall-E nos enseña humanidad, el oso Po a reír y reflexionar. La animación va camino de superar al realismo.
9.- No es país para viejos (Ethan y Joel Coen, 2007), y Changeling (Clint Eastwood, 2008)
Porque es difícil elegir entre estos dos retratos de la complicada sociedad USA y su historia, sus cambios, sus corrupciones… Como el filo de un cuchillo, desfila ante nuestros ojos la historia dura de Cormac McCarthy, y el estudio-denuncia de Eastwood.
10.- Batalla en Seattle (Stuart Townsend, 2007)
Es un lujo que directores noveles buceen en temas que dan grima a los grandes estudios, y que los consagrados no desean deshojar.
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