Este año la cartelera comercial mejoró en comparación a la del 2007, tal como lo adelantaron en su momento algunas publicaciones. Y una cuota de buen cine aterrizó fugaz en las salas peruanas, pugnando semanas de programación con los blockbusters de temporada. Con excepción de Wall-E o The Dark Knight, la mayoría de cintas de la industria, incluso ganando el Oscar, ni siquiera pudieron librarse de la férrea política que cada año reduce más la permanencia de títulos valiosos. Aquí mencionó algunos de ellos, en orden de preferencia:
1. Petróleo sangriento (There will be blood) de Paul Thomas Anderson
2. Crimen oculto (Paranoid Park) de Gus Van Sant
3. Luz silenciosa (Stellet licht) de Carlos Reygadas
4. Promesas peligrosas (Eastern Promises) de David Cronenberg
5. Sin lugar para los débiles (No Country for Old Men) de Joel y Ethan Coen
6. El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford) de Andrew Dominik
7. 4 meses, 3 semanas y 2 días (4 luni, 3 saptamani si 2 zile) de Cristian Mungiu
8. Batman: El caballero de la noche (The Dark Knight) de Christopher Nolan
9. Dueños de la noche (We Own the Night) de James Gray
10. Monstruo depredador – The Host (Gwoemul) de Bong Joon-ho
Otras rescatables del año: Wall-E de Andrew Stanton, Desapareció una noche (Gone Baby Gone) de Ben Affleck, Relaciones peligrosas (Before the Devil Knows You’re Dead) de Sidney Lumet, y Juno de Jason Reitman. Y la película peruana del 2008: Dioses de Josué Méndez.
Entre las malas: Meteoro (Speed Racer) de los hermanos Wachowski, Un cuerpo desnudo de Francisco Lombardi, y Vidas paralelas de Rocio Lladó.
Finalmente, hago una mención especial al penoso caso de Traición y lujuria (Lust, Caution), de Ang Lee que se distribuyó y exhibió mutilada (con un rollo menos), al igual que La niebla (The Mist). Una película recortada es un atentado al cine, señores de Delta Films.
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