La industria pornográfica solicita su «Plan de rescate»

La crisis financiera sigue extendiéndose por todo el mundo. Eso lo ha venido viviendo también la industria cinematográfica. Pero ahora, un apartado en el negocio del entretenimiento viene clamando a gritos una pronta ayuda por parte del gobierno. Se trata (no se rían por favor) del mundo pornográfico, un sector de tan básico servicio en Estados Unidos y en el mundo el general, y que dificilmente pensábamos ver envuelto en la impertinente recesión. Resulta que la cosa no ha estado tan de ensueño últimamente para el negocio millonario en el primer mundo.

Un grupo de representantes de las más importantes productoras en el país del norte, encabezados por el veterano editor de la revista Hustler Larry Flynt; y el productor Joe Francis, han llegado al Congreso para solicitar una inyección de capital de cinco mil millones de dólares. Estos conocidos personajes justifican el pedido con los recientes aportes del estado a sectores como el bancario, el inmobiliario o la industria automotriz. Según datos brindados esta semana, la industria porno sufrió en el 2008 una caída en ventas del 22% a comparación de los años anteriores. Todo esto a pesar de que sus websites siguen siendo tan visitados como siempre. El propio Flynt ha hecho un «conmovedor» llamado a la causa:

«El porno ha sido afectado por la recesión como todo el mundo,…el gobierno debería apoyar activamente la supervivencia de la industria pornográfica y su crecimiento, tal y como siente la necesidad de apoyar a cualquier otra industria apreciada por la gente…Es hora de que el Congreso rejuvenezca el apetito sexual de América, en medio de esta miseria económica y con la gente perdiendo todo ese dinero, el sexo es en la última cosa en la que se piensa, lo cual es muy poco saludable.»

Ya lo saben (dejen de reir por favor), una gran amenaza se cierne sobre la humanidad. ¿Qué sería del ciudadano contemporáneo sin estos recursos de primera necesidad? Veremos si la cereza en la torta la ponen los miembros del parlamento norteamericano respondiendo a este pedido. Tal vez sea el momento de crear una institución o movimiento conservacionista al respecto: ¿Pinkpeace?

(Vía El País)