Días antes de la ceremonia del premio de la Academia de Hollywood, vale la pena recordar uno de los momentos singulares de la historia del premio. Se trata del otorgamiento del Oscar Honorario, en el año 2004, al maestro Blake Edwards, director de clásicos de la comedia como La pantera rosa, La fiesta inolvidable, La carrera del siglo y Víctor/Victoria.
Su presentador fue Jim Carrey, un actor que, aunque a veces excesivo, era el indicado para tal fin, émulo en parte del humor físico y caótico que desarrolló notablemente el gran Blake principalmente en los años 60 y 70. El cineasta, que también se lució con el clásico romántico Desayuno en Tifanny’s y el filme de espionaje La semilla de tamarindo, entre otros, recibió el premio como sólo podía hacerlo él, viejo filmmaker que consiguió un buen lugar en la industria sin perder el toque personal. A gran velocidad en una silla de ruedas, tomó el Oscar de la mano de Carrey y terminó rompiendo una pared de utilería, como en los viejos tiempos. Noten la preocupación de Julie Andrews, su esposa. Visiten el canal YouTube del Oscar.
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