[10 directoras peruanas] Claudia Llosa

Hacer una presentación de Claudia Llosa a estas alturas resulta, cuando menos, un tanto ingenuo. Claudia es la directora más reconocida del grupo, y con el Oso de Oro del Festival de Berlín en sus manos por su segunda película, La teta asustada, la más prestigiosa que hayamos tenido en nuestro país. ¿Pero cómo se formó Claudia Llosa? ¿Dónde y cómo aprendió el oficio la directora con mayor proyección internacional que tenemos?

Claudia se graduó en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Lima. Sin embargo, esa nunca había sido su primera opción: «estudié en la de Lima porque fue la única licenciatura que encontré como alternativa de las ‘artes plásticas’ de la Universidad Católica, que era en realidad lo que yo deseaba estudiar desde los 15 años, pero que por diversas razones jamás pude iniciar». Terminados los estudios, Claudia empezó a trabajar como creativa en una agencia de publicidad, pero no dejaba de nutrir una inquietud que había tenido desde siempre y que finalmente la haría decidir por buscar nuevos aires: «yo amaba escribir, desde niña. Poesía, relatos cortos, era guionista de pequeñas historias en aquella agencia, así que supuse sería perfecto un paréntesis en mi vida como publicista». Claudia, atraída siempre a viajar por Europa, se puso a googlear cursos de escritura, hasta que encontró un Máster de un año en Guión de Cine en Barcelona. Convenció y pidió permiso a sus jefes de entonces, convenciéndolos que esta formación sería lo mejor para su joven carrera de publicista, prometiéndoles que tras el año de formación volvería. «Y ya pasaron ocho», resume Claudia, instalada y feliz desde Barcelona.

Para ironías, sin embargo, el master que había escogido en Barcelona se canceló, y terminó estudiando otro en el TAI de Madrid, para finalmente volver a su plan original de vivir en Barcelona, a continuar su trabajo como publicista. Es en esos años, entre el TAI y su trabajo en Barcelona, cuando escribe Madeinusa. El guión gana el Premio Coral a Mejor Guión Original en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba (tal vez junto al Sundance/NHK Award el premio más deseado por los cineastas latinoamericanos), gracias al cual forma una alianza con la productora española Wanda, se embarca en la producción de la película, y, bueno, el resto ya es historia.

La carrera de Claudia podría parecer hecha en línea recta, directamente desde la infancia; sin embargo, para Claudia el cine nunca fue un objetivo profesional ni menos un objetivo académico en su vida. «En realidad mi formación como cineasta es atípica, no busqué cine como cualquier estudiante cinéfilo y amante de Godard, más bien el cine fue introduciéndose en mi vida sin previo aviso, como si fuese la única opción de mi destino, cosa que en realidad no fue así, pero en todo caso así lo recuerdo. Mi oficio como directora de cine se fue construyendo de otra forma, de manera autodidacta, golpe tras golpe. En el campo, que es donde dicen que en realidad se construye, aunque yo discrepo. Si fuera más joven y rica, hubiera estudiado en Londres. Quién sabe, igual tengo la suerte de decir que me gusta cómo se fueron dando las cosas o cómo las fui buscando.»

Yo conocí a Claudia por el año 2004, cuando estaba por preparar la producción de Madeinusa, y definitivamente lo que más me impresionó fue la vehemencia y la energía con las que esta mujer estaba decidida a salir airosa de cualquier cosa que se proponía. Dicen que una de las cualidades de todo cineasta, y todo artista en general, es precisamente esa vehemencia y esa terquedad de no aceptar un «no» como respuesta. Yo estoy convencido que no he visto ni he vuelto a ver esa cualidad tan presente en ningún ni ninguna otra colega que me ha tocado conocer. Lo de Claudia es definitivamente especial, y creo que esa es una de las razones de que a sus 32 años esté cosechando tantos triunfos y pensando en tantos proyectos futuros: «estoy masajeando la idea de mi siguiente guión, el cual aún no está muy claro como para tener un nombre propio pero se está gestando; proyectos paralelos existen varios y de mil tipos, los más interesantes tal vez un programa de TV que estoy escribiendo con un colega [Oscar Digón] en Barcelona llamado Anagnorisis y una posible película para la televisión que aún no tiene título.»

¿Y el Perú? ¿Es un objetivo seguir haciendo cine en el Perú?: «La verdad, mi visión es hacer cine. En el lugar y país que necesite la historia para ser contada. El lugar más apropiado, pero hacer cine en general. No concibo el cine de fronteras o etiquetado, creo en la historia, en lo que profundiza y en la manera de contarla. Por suerte, hasta ahora puedo ganarme la vida con esto. Aunque para serte sincera no sé exactamente cómo lo hago. Soy organizada y no gasto en exceso.»

(Este artículo forma parte del especial “Diez directoras para el Nuevo Cine Peruano”)