Luego de recorrer varios países de nuestro continente, llega a Lima la muestra itinerante Visionarios – Audiovisual en Latinoamérica, que será inaugurada hoy en el Centro Fundación Telefónica. Esta muestra es parte de un proyecto impulsado por el brasileño Arlindo Machado, con el apoyo de Elías Levín, Jorge La Ferla, Marta Vélez y Roberto Moreira; y se compone de 73 obras inscritas en el género de cine y video experimental, abarcando la producción latinoamericana reciente así como una antología histórica de realizadores pioneros. La muestra irá desde el 6 al 22 de mayo, siempre en el local de la Fundación Telefónica (Av. Arequipa 1155).
Los Visionarios a los que se refiere el título de la muestra son los realizadores de cine y video experimental en Latinoamérica, que de acuerdo a Machado sufren la maldición de ser completamente desconocidos e ignorados y estar excluidos de los sistemas de distribución convencionales. Si ya el cine argumental tiene las puertas medio cerradas, el cine experimental es una rara avis, un bocado indigesto para el sistema.
La muestra está organizada en nueve programas, que muestran lo más destacado de la producción latinoamericana. Así encontraremos trabajos fundacionales como el primer corto del boliviano Jorge Sanjinés (Revolución, 1963), el cortometraje del cubano Enrique Pineda Barnet (Cosmorama, 1964); y otras obras recientes como la colaboración de los argentinos Andrés di Tella y Fabián Hofman (Reconstruyen crimen de la modelo, 1990), o el buen largo de Paz Encina (Hamaca paraguaya, 2006). Por el lado peruano está una obra de Patricia Bueno, el corto Tuyo es el reino, que nos representó en la Bienal de Arte de Venecia en 2007.
Leyendo el excelente texto de presentación de Arlindo Machado, nos enteramos que de acuerdo a su investigación sería Límite, de Mario Peixoto, la obra que inauguraría el genero experimental en Latinoamérica en 1931, mientras que un artista peruano, Fernando de Szyszlo, colocaría la segunda pieza de la serie con Esta pared no es medianera, en 1952; luego vendría Glauber Rocha con O Pátio en 1958. El texto sondea los aportes más importantes de cada país y concluye que «podemos considerar el proyecto Visionarios como el inicio de una larga trayectoria hacia la necesaria recuperación de una historia que todavía no se ha contado. Un pueblo sin memoria es un pueblo sin historia.»
Gracias al grupo impulsor y diversas organizaciones afines tenemos ante nosotros la oportunidad de conocer parte de nuestra historia audiovisual, no dejen de ir a la muestra y consulten antes la programación detallada.
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