La más reciente película del director francés Jacques Audiard se ha convertido en otra de las favoritas dentro de la competencia oficial. Este cineasta, que ha adquirido fama en estos últimos años gracias a films como Lee mis labios y De latir mi corazón se ha parado, presenta ahora un film carcelario cuyo retrato del sistema penitenciario francés ha desatado una ola de protestas por parte del personal de prisiones en las últimas semanas. El propio Audiard ha declarado que su película es más una ficción de suspenso y no de denuncia. «Lo que me interesó fue tomar una prisión como metáfora de la sociedad…Pero no estaba interesado en denunciar nada, eso me habría llevado a otro sitio. Lo que realmente quería hacer era una película de género con actores desconocidos», dijo en una rueda de prensa tras la exhibición inicial dentro del festival.
Un prophète narra la historia de Malik El Djebena, un mendigo y analfabeto de 19 años que entra a prisión para quedar a merced de la banda corsa que controla la prisión donde es encarcelado. En medio de esto el personaje va tomando conocimiento de las multiculturales facciones con las que convive el grupo que lo tiene sometido, entre ellos los musulmanes. Entonces Malik -interpretado por el actor de 19 años Tahar Rahim, para quien ya algunos reclaman premio- comienza a intentar manipular la lucha de poder entre las bandas. La película incluso tiene varios tramos hablados en idiomas foráneos. «Estaba interesado en hacer una película con jergas, que no son comprendidas, cosas que separan a grupos de los demás…También estaba esta idea de una estructura establecida que se hace vieja. Con estos nuevos grupos llegando con otras culturas, otros idiomas, otras costumbres», remarcó Audiard.
La reseña de Peter Bradshaw en The Guardian es clara sobre el trabajo del francés:
De músculos delineados y sudor, nada hasta ahora puede batir a la estupenda película de Jacques Audiard. Un prophète, reclama algo de la estética de los thrillers franceses de Jean-Pierre Melville y el Jules Dassin de Rififi. Niels Arestrup interpreta al jefe de una banda corsa manejando sus negocios desde la celda. Tahar Rahim es Malik, un nuevo recluso tratando de mantener el perfil bajo. Pero el jefe le hace una oferta que no podrá rehusar: volverse un matón a su servicio o ser asesiado el mismo por ellos (hay una estupenda secuencia en la que un tembloroso Malik aprende a meterse una cuchilla de afeitar en la boca). Pero lentamente la relación de poder entre él y el capo comienza a cambiar. La película muestra a Audiard como uno de los posibles nuevos grandes nombres del cine frances.
(Vía La Tercera)
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