El poeta fue despedido hoy día por sus compatriotas del Uruguay y del mundo. Acá nosotros no podemos hacer menos que recordarlo como aquél intelectual y sensible creador que también se sintió atraído por el mundo del cine. Tal vez los mayores intentos fueron las adaptaciones de La tregua en 1974 y Gracias por el fuego en 1984, ambas realizadas por Sergio Renán. Pero aquí los dejamos con dos momentos que le dedicó el dudoso Eliseo Subiela en El lado oscuro del corazón y Despabílate amor. Si algo le reconocemos al cineasta argentino es ser un auténtico admirador del gran Mario.
Canje
Despabílate amor
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