The Heartbreak Kid
Dir. Peter y Bobby Farrelly | 116 min. | EEUU
Intérpretes: Ben Stiller (Eddie Cantrow), Malin Akerman (Lila), Michelle Monaghan (Miranda), Jerry Stiller (Doc), Rob Corddry (Mac), Carlos Mencia (Tito), Scott Wilson (Boo), Ali Hillis (Jodi), Polly Holliday (Beryl), Danny R. McBride (Martin), Roy Jenkins (Buzz).
Estreno en Perú: 01 de noviembre de 2007
Esta es una buena y divertida comedia, no tanto como Loco por Mary –la anterior y, posiblemente, la mejor película de los hermanos Farrelly–, pero sí una pieza razonablemente entretenida; siempre con el humor provocador e irreverente de estos hermanos cineastas. El filme posee una estructura impecable (quizás inspirado por el guión original, debido a Neil Simon, un autor experto en estas lides).
Esta es una buena y divertida comedia, no tanto como Loco por Mary –la anterior y, posiblemente, la mejor película de los hermanos Farrelly–, pero sí una pieza razonablemente entretenida; siempre con el humor provocador e irreverente de estos hermanos cineastas.
El filme posee una estructura impecable (quizás inspirado por el guión original, debido a Neil Simon, un autor experto en estas lides). Tiene una primera parte –la presentación de los personajes–, en la cual se da palo al protagonista principal, un cuarentón, inocentón e indeciso soltero del cual se burlan los invitados al matrimonio de su antigua novia.
Luego viene la parte central de la película, que consiste en el matrimonio y luna de miel mexicana del personaje, que explota tanto las sorpresivas y extravagantes locuras de la nueva esposa, como los enredos producidos por el surgimiento de una nueva relación. Aquí el manejo del esquema de comedia de equivocaciones es clásico y eficaz; es decir, que esta es la parte donde más nos reímos.
A continuación sigue una tercera parte, donde volvemos al esquema de los padecimientos del personaje en solitario, en esta oportunidad por recuperar los favores de su nuevo amor. Aquí se fuerza un poco la estructura dramática, rozando lo inverosímil tanto el carácter del protagonista como las circunstancias de su enclaustramiento en México (perdió el pasaporte). Pero, además, en esta parte –como en la primera– disminuye el humor, pese a un muy buen chiste y a un mejor desenlace; que, sin embargo, no logra levantar del todo esta cinta.
Aquí se demuestra que para el éxito de una comedia no basta con que la estructura sea coherente, eficaz e irónica; sino que se logre mantener la risa a los largo de todo el metraje. En La mujer de mis pesadillas, la estructura dramática está muy bien llevada, no fatiga ni aburre, pero ello no basta. Además, tiene que mantenerse el humor y tienen que “pegar” las bromas y situaciones cómicas. Y es en este aspecto en que reside la debilidad de la película. Hay desniveles en varios tramos, dentro de un trabajo en conjunto encomiable y que se deja ver.
Como anécdota vale la pena recordar que esta cinta tuvo en Lima y en América Latina tuvo un elemento polémico porque un par de tomas muy cortas fueron censuradas dentro de la película; es decir que no fueron eliminadas, sino tapadas en las copias de exhibición con un parche. Lo que motivo la protesta de la crítica cinematográfica.
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