El veterano cineasta alemán tiene previsto iniciar el próximo año el rodaje de otra ambiciosa producción de época. En este caso se tratará de una representación de la vida del violinista y compositor italiano, autor de Las cuatro estaciones. Schlöndorff dio la noticia en Moscú, ciudad en la que se encuentra promocionando una puesta en escena titulada Und das Licht scheint in der Finsternis (Y la luz brilla en la oscuridad), un homenaje a su admirado León Tolstoi. De no surgir ningún problema la película tendría como protagonista a un violinista profesional.
Schlöndorff no ha sido un cineasta particularmente notorio estos últimos años aunque ha continuado en actividad casi sin problemas. Miembro de aquella generación considerada como la del Nuevo cine Alemán, el bien intencionado Volker resultó siendo el menos trascendental dentro de esa reunión de talentos entre los que figuraban Rainer Werner Fassbinder, Wim Wenders y Werner Herzog. Aún así se las arregló para convertirse en un creador de prestigio especialmente durante los años ’70. Su título de gloria, El tambor de hojalata, le valió la Palma de Oro en Cannes pero también definió su tendencia hacía lo pretencioso, hacia las adaptaciones literarias concebidas como «operaciones de prestigio». Lástima que su talento no daba para cometer osadías como por ejemplo: la de adaptación de Proust en la extraña Un amor de Swann; la versión que hizo para la televisión estadounidense de Muerte de un viajante, que a pesar de todo contaba con dos muy buenas actuaciones de Dustin Hoffman y John Malkovich; o la confusa El ogro, inspirada en El Rey de los Alisos, la novela de Michel Tournier.
Nuevamente el cine y lo más deliberadamente artístico parecen unirse en su nuevo proyecto cinematográfico. ¿Qué podríamos esperar de él? Tal vez algo correcto y serio, después de todo Volker no tiene el humor del también centroeuropeo Milos Forman.
(Vía La Tercera)
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