Farrah Fawcett dejó de existir a los 62 años tras una penosa lucha contra el cáncer. Esta mañana fue ingresada de emergencia al hospital Saint John de Santa Mónica, donde en el momento final fue acompañada por su pareja, el también actor Ryan O’Neal, y su amiga Alana Stewart. Con ambos protagonizó hace poco Farrah’s Story, un especial de la cadena NBC, acerca de esta última parte de su vida enfrentando al mal que la aquejaba desde hacía varios años.
Todos los medios seguramente se inundarán en estos momentos haciendo referencia a su más popular papel: el de Jill Munroe, la primera rubia de Los ángeles de Charlie. Más allá de éste, podemos reconocer algunos roles en el cine que incluso anteceden a su gloria en la pantalla chica. Fawcett fue modelo de comerciales a fines de los años 60, antes de hacer su debut en 1970 con Myra Breckinridge, una ambiciosa adaptación de la novela de Gore Vidal con amplio reparto y tono chirriante, que se convirtió en un estrepitoso fracaso de taquilla, a pesar de todo el contenido sexual con el que se le hizo publicidad. Pasaría desde entonces por algunas producciones como en la entretenida Logan’s Run; la aventura fantástica de Stanley Donen Saturn 3; y las payasadas de The Cannonball Run junto a Burt Reynolds.
En 1986 protagonizó la cinta de suspenso y denuncia Extremities (habitual en nuestra programación televisiva), por la cual recibió una nominación a los Globos de Oro. Ese único reconocimiento «serio», sólo es comparable en su trayectoria con los elogios que obtuvo por su participación en la admirable El apóstol en 1997. En aquella película dirigida y protagonizada por Robert Duvall, Farrah interpretaba a Jessie, la esposa del predicador del título, cuyos conflictos terminaban por provocar la larga penitencia de este extraño héroe.
Cabe destacar también, que en su época de mayor éxito estuvo casada con el también televisivo «hombre nuclear» Lee Majors. Fue recién a comienzos de los años ’80 que se involucró sentimentalmente con O’Neal, alguien que sí saboreó el prestigio del cine pero cuya carrera ya se encontraba en franco declive para ese entonces. Con él protagonizó la serie de televisión Good Sports y tuvo a su único hijo Redmond O’Neal.
A continuación los dejamos con algo de la trayectoria cinematográfica de esta actriz, tal vez no muy «prestigiosa», pero sí muy querida por todo su público:
Myra Breckinridge (1970)
Extremities (1986)
El apóstol (1997)
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