Durante esta semana, la Filmoteca PUCP presentará un nuevo ciclo con casi toda la filmografía del notable cineasta ruso, miembro de esa generación de autores en la última parte del régimen soviético. Nikita Mikhalkov, proviene de una familia de larga tradición artística, cuya influencia lo llevó a convetirse en actor durante los años 60. Con la experiencia que obtiene comienza a interesarse rápidamente por la dirección, y es a mediados de la década siguiente que realiza Propio entre ajenos, su primer largometraje con un aliento épico que no se va dejar ver tan fácilmente en sus posteriores obras.
Se suceden entonces títulos notables como Pieza inconclusa para piano mecánico, Cinco tardes, Algunos días en la vida de Oblomov, y Sin testigos. En todas ellas, el director desarrolla en estilo fuertemente influenciado por la tradición literaria y teatral de su país. Son soberbios dramas, cargados de intensidad y nostalgia, y que casi siempre se ambientan en el pasado. En ese momento los imperativos propagandísticos del cine soviético ya habían dejado de tener a Gorki como férreo modelo y dejaron cierta libertad para que los nuevos directores rindieran tributo al legado artístico más allá del gérmen revolucionario. Ahí entonces tenemos a Mikhalkov adaptando a Anton Chekhov y a Ivan Goncharov, observadores de una nobleza o una burguesía en decadencia, debatiéndose entre la monotonía y sus impulsos personales, amorosos, y conflictivos.
El ciclo también presentará otras películas, como la ganadora del Oscar dos por las que Mikhalkov obtuvo dos oscares a mejor filme extranjero en 1994: Quemado por el sol («Sol ardiente» fue el título que recibió en el Perú) con el propio Mikhalkov como protagonista, y de la cual se estará lanzando una secuela en próximo año; y Ojos negros con Marcello Mastroianni nominado al premio de la Academia gringa.
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