Así como suena. No son directamente ni los críticos especializados ni los censores, sino que se quiere presentar al mismo público mayoritario como el que ha comenzado a quejarse por el estreno, en el país asiático, de la segunda película de los visitantes del planeta Cibertron, que ya apunta a ser la película más taquillera del año a nivel mundial. Las supuestas acusaciones de muchos de estos espectadores va a que Transformers 2 es «una promoción de la estrategia global de Estados Unidos y de su armamento», según destacó una nota publicada en el diario China Youth Daily.
La crítica, que cita presuntas quejas de espectadores que tras ver la película, asegura que el filme «refleja la ideología y las actitudes de la administración estadounidense», a través de más de dos horas y media de luchas interminables entre los Decepticons y el ejército de ese país. Se destaca, como ejemplo, que las armas que aparecen en la película son las que los norteamericanos suele vender a sus aliados, como los cazas A-10 y F-16, vehículos armados Hummer, tanques M1A2 y portaaviones. Todo un selecto catálogo que ya haría la envidia de Nicolas Cage en Lord of War. ¿Cómo los identifican al vuelo?
«La película muestra la movilidad y calidad de estos productos. Si la primera parte de Transformers era un anuncio de autos americanos, este es de armas, ¡y encima pagamos por verlo!», señala el artículo. Por supuesto, también hay reclamos un poco más directos y habituales de los observadores del gigante asiático: en la primera parte de la secuela aparece el ejército de las barras y estrellas, luchando en las calles de las ciudades chinas de Hong Kong y Shanghai.
«Es la típica forma de pensar de los militares americanos: igual da que sea una invasión de alienígenas o un conflicto entre humanos, la mejor garantía para la seguridad mundial y la defensa de la civilización es estar unidos políticamente en torno a Estados Unidos, tomando su ejército como centro de mando», se señala. Finalmente, en el filme, que también transcurre en Egipto, se puede ver a estos soldados evacuando civiles en el desierto, lo que el diario comunista interpreta como «una muestra de armonía entre militares y civiles con la que se intenta maquillar la mala imagen de los americanos en Oriente Medio». ¿Excesiva paranoia? Bueno, por nuestros lares también es una reacción recurrente. Ya estamos contando entre los sucesos del año, la cantidad de comentarios adversos y por lo menos «extraños» que recibió La teta asustada mucho antes de su estreno.
Sólo queda remarcar finalmente, que a pesar de los berrinches, los robotitos de Michael Bay han batido récords de taquilla en China, cosechando los mejores ingresos para una película extranjera en su primer fin de semana de exhibición, con 21,9 millones de dólares. Para quejarse tanto de un blockbuster, ese «público» es muy cumplido con los estrenos gringos. Ciertamente no es la primera, ni será la última vez que pase esto.
(Vía Informador)
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