Venecia 2009: George A. Romero llega con “Survival of the Dead”

El veterano maestro del terror llegó con su nuevo capítulo de zombies bajo el brazo y viene provocando con ella otra gran discusión en la Mostra. A pesar de que el cineasta estadounidense manifestó el honor que sentía por presentar Survival of the Dead (parece ser el tercer y definitivo cambio de título) en el Lido, varias críticas se han suscitado dentro de la prensa especializada por la exhibición de la «cinta más gore de la saga» en Venecia.

Acá tienen unas muestras de lo controversial que ha resultado la cinta, con algunos a favor y muchos en contra. Empezamos con el no menos agitador Carlos Boyero de El País:

En la jornada de ayer, observando con ilimitado pasmo y algo cercano a la alucinación la demencial El regreso de los muertos pensaba que su director George A. Romero podría rivalizar seriamente con Ed Wood en el título al director más lamentable de la historia. Con la diferencia a favor del segundo de que las locuras del tal Romero ni siquiera te hacen reír, que estos zombies se toman muy en serio su canibalesca actividad. Dudo que incluso los adictos al gore que estén excesivamente fumados puedan disfrutar mínimamente con este tedioso engendro. Y te preguntas qué diablos pinta en la sección oficial de un festival con inocuas pretensiones artísticas una gilipollez de este calibre. La respuesta es que todo vale en la Mostra, a condición de que suponga un insulto para la inteligencia y el gusto de cualquier espectador que no haya perdido definitivamente la cabeza.

A George A. Romero le cabe la distinción de haber inaugurado hace 40 años el género de zombies con La noche de los muertos vivientes, película de culto para bastante gente pero que si alguien medianamente lúcido se toma la molestia de revisar en DVD comprobará que es transparentemente endeble. Pero con El regreso de los muertos se ha superado a sí mismo. El argumento no existe aunque la incapacidad de Romero para crear tensión, asustar o simplemente entretener aquí alcanza niveles grandiosos. Lo único que te produce este recital de mordiscos, vísceras desparramadas y continuo griterío es una irreprimible modorra y la certidumbre de que estás perdiendo el tiempo de forma imperdonable. Dudo que hasta los adictos al gore disfruten con este tedioso engendro

En The Hollywood Reporter, Ray Bennett nos dice:

El último festín zombie de George A. Romero, Survival of the Dead, es un pulido y veloz entretenimiento, cuya éxito comercial dependerá principalemente de la tolerancia del público a su tendencia por convertirse en espectáculo de matanza extrema (…) Romero mantiene su guión simple y directo. El mundo está en crisis, con 53 millones de personas que mueren cada año, pero que se niegan a permanecer muertos. Los deadheads, como se les llama ahora, se alimentan de seres humanos vivos, que se convierten en deadheads. Y así sucesivamente (…) Los personjes principales están buscando un refugio relativamente seguro, y tras una serie rápidos acontecimientos, terminan en la isla Plum, sin saber que además de los zombies, tendrán que preocuparse por una violenta guerra a desatarse por el territorio. Hecho en Canadá con un elenco canadiense, la película es sorprendentemente de buena diversión.

Pero por su lado Leslie Felperin de Variety afrima:

Completamente rodada en Canadá, en lugar de las locaciones de Pennsylvania utilizadas en los primeros episodios de la franquicia, Survival of the Dead, establece la acción, principalmente, en la isla ficticia de Plum en Delaware. Han pasado seis días desde que el muerto echó a andar, por los títulos que aparecen en pantalla, y dos familias de la localidad, el O’Flynns y el Muldoons, están en desacuerdo acerca de cómo hacer frente a la incursión zombi.

Las mejores entregas de la franquicia, la original La noche de los muertos vivientes y su secuela, El amanecer de los muertos, elegantemente infundieron el horror con el comentario social, hábilmente tejiendo críticas subtextuales acerca del racismo y el consumismo, respectivamente, en sus devoradoras narraciones. La tierra de los muertos ofrecía todavía una metáfora inteligente de la paranoia de comunidades cerradas, mientras que la chapucera pero admirada Diario de los muertos, se dedicó a los medios de comunicación y la tecnología, como obsesiones de la cultura joven.

Es difícil ver, sin embargo, lo que Romero se trae en Survival of the Dead. No parece haber ninguna figura oculta bajo la alfombra, aquí no hay serias connotaciones para contrastar con masacres finalmente repetitivas (…) No ayuda el hehco de que las motivaciones sean tan torpes (…) La superficialidad del guión sería más perdonable si la dirección no fuera tan inerte. Esta es fácilmente la menos terrórifica de todos las películas …de muertos (…) Duración siente excedida, y otros créditos técnicos son mediocre.