La partida de la monumental Mercedes Sosa ha entristecido a toda América Latina y más allá aún, donde exista sensibilidad por su arte y su pasión por la vida. Su trayectoria en el mundo del cine no fue prolífica, pero felizmente tiene una preciosa aparición en una película peruana, el documental Chabuca Granda… confidencias, que en 1988 estrenó la directora Martha Luna. Ahí la intérprete argentina contaba su estrecho aunque fugaz vínculo con la, también grande, compositora nacional, que quedó consagrado en la canción Cardo o ceniza, que Chabuca le dedicó a otra colega de fuste, la chilena Violeta Parra. El crítico Fernando Vivas, asistente de producción del filme, ha recordado emocionado cómo conoció a Mercedes Sosa:
Pesimista pero práctico, fui al hotel Crillón, donde se hospedaba. Conseguí el número de su habitación y la llamé desde el lobby. Me contestó ella misma. Todo estaba saliendo tan fácil que pensé que me mandaría a rodar, pero cuando mencioné el nombre de Chabuca, sucedió algo insólito. Me interrumpió con un arrebato de nostalgia. «Ah, Chabuca —exclamó—, tengo un caset de ella que siempre oigo en mi auto [se lo dio Daniel Camino], y siempre canto la canción que le dedicó a Violeta [Parra], ‘Cardo o ceniza’». ¡Y se puso a cantarla! Entre la angustia porque fuera a colgar sin darse cuenta y maravillado por el regalo inmerecido, oí casi íntegro el que desde entonces es mi tema favorito de Chabuca: “Cómo será mi piel junto a tu piel, cardo o ceniza, cómo será».
Vean el fragmento de Chabuca Granda… confidencias:
(Vía El Comercio)
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