Otro debutante dentro del indie cinema cuyo nombre, según varias reseñas, hay que apuntar entre los más prometedores del momento. El joven realizador de ascendencia brasileña, Antonio Campos, ha tenido que pasearse por varios festivales -Cannes, New York, y Berlín, incluidos- para que finalmente su primer largometraje haya conseguido estreno comercial, de manera limitada, en Estados Unidos.
Afterschool cuenta una incierta historia de suspenso, protagonizada por Robert, estudiante de preparatoria adicto a Internet y a todos los artilugios tecnológicos que, con su inseparable cámara en el brazo, captura accidentalmente la horrible muerte de dos chicas. A partir de entonces, intenta llevar un registro visual para recordar la memoria de ambas y cómo se desarrollan las reacciones más diversas del hecho en la escuela. No suena tan espectacular, pero las imágenes que tienen a continuación prometen. El único actor más o menos conocido de esta producción es Michael Stuhlbarg, el protagonista de la nueva comedia de los hermanos Coen: A Serious Man.
(Vía First Showing)
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