Uno de los propósitos de la realización del reciente Festival de cine Tribeca en Doha, ha sido fortalecer la relación con varios potentados del mundo árabe y la posibilidad de que se conviertan en inversionistas de la actividad fílmica. A partir de ello no sólo se dieron pasos importantes respecto al impulso del cine en Medio Oriente, sino que también parecen gestarse colaboraciones importantes. El productor hollywoodense Barry Osborne (The Matrix, la saga de El señor de los anillos), ha informado que viene preparando una película sobre la vida del profeta del Islam, cuyo presupuesto ascendería a unos 150 millones de dólares, mayormente invertidos por Al Noor Holding, la recientemente creada división cinematográfica de Qatar.
Según sus artífices, sería una obra muy respetuosa que intentará dar a conocer más acerca del muy incomprendido mundo islámico y sus tradiciones. Pero aun con estas «buenas intenciones», el tema de por sí resulta muy espinoso, debido a las muchas controversias desatadas en los últimos años, especialmente en Europa, donde la figura de Mahoma ha sido motivo de visiones satíricas o incluso beligerantes, como el cortometraje Fitna, del político holandés Geert Wilders.
En 1977, el estreno de The Message, una cinta sobre las andanzas de un seguidor del profeta, encarnado por Anthony Quinn, provocó un ataque terrorista en Washington DC, justificado por las facciones que consideran, hasta ahora, que la figura de Mahoma no puede ser representada. Tratándose de un fenómeno tan complejo dentro del vasto mundo musulmán, de la enorme inversión de por medio, y del visto bueno que tendrá por parte de los organismos de censura de la propia Qatar, lo más probable es que nos encontremos ante una producción excesivamente cuidadosa, formal, correcta hasta lo insípido.
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